01 -
Si tus duraznos son frescos, pélalos y córtalos en pedazos. ¿Tienes poco tiempo? Usa duraznos congelados; enfriarán tu bebida y no necesitarás hielo extra.
02 -
Mete los trozos de durazno, el yogurt de coco, la leche de almendra, el extracto de vainilla y los extras opcionales (hielo, endulzante, chía) en la licuadora.
03 -
Tapa bien y mezcla todo a alta velocidad hasta que quede suave y cremoso. Si queda algo pegado en los lados, usa una espátula para rasparlo y sigue licuando.
04 -
Dale un sorbo rápido. ¿No está lo suficientemente dulce? Añade un poquito más de endulzante. ¿Quieres que esté más líquido? Usa un poco más de leche. Si haces cambios, mezcla de nuevo un momento.
05 -
Vierte tu smoothie en un vaso alto. Si quieres hacerlo especial, adorna con una rodaja de durazno en el borde o espolvorea unas semillas de chía.