01 -
Coge un bol y mezcla el queso crema suavecito con el azúcar glas y la vainilla hasta lograr una crema suave y sin grumos.
02 -
En otro recipiente, junta los ingredientes secos - harina, maicena, polvo para hornear y sal. Luego añade poco a poco la leche y el huevo, batiendo hasta conseguir una masa uniforme sin grumos.
03 -
Saca porciones chicas del relleno de queso y dales forma redonda. Ponlas en una bandeja y mételas al congelador por una hora para que no pierdan su forma después.
04 -
Calienta el aceite a 180°C. Agarra las bolitas congeladas de queso y báñalas en la masa hasta que queden bien cubiertas. Échalas con cuidado al aceite caliente y fríelas hasta que se vean doraditas, unos 2-3 minutos.
05 -
Mientras siguen calientes, pásalas por azúcar con canela si quieres darles un toque más goloso.