01 -
Calienta bien el horno a 200°C. Mientras se calienta, forra una bandeja con papel vegetal o dale una ligera capa de aceite en spray.
02 -
Cuece al vapor los floretes de brócoli hasta que estén tiernos pero aún con algo de firmeza, unos 3 a 5 minutos bastarán. Déjalos enfriar lo suficiente para manipularlos y luego córtalos en trozos pequeños.
03 -
En un bol grande pon el brócoli picado, ambos tipos de queso, el pan rallado, los huevos y la harina. Añade el ajo en polvo, la cebolla en polvo, sal y pimienta. Revuelve todo hasta que quede bien integrado y lo bastante pegajoso para formar bolitas.
04 -
Con las manos limpias, haz bolitas de unos 2,5 cm (tamaño de una pelota de golf) y ponlas en la bandeja preparada, dejando un poco de espacio entre cada una.
05 -
Mételas al horno por 20-25 minutos hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Para mayor crujido, puedes gratinarlas los últimos 1-2 minutos, pero vigílalas para que no se quemen.