01 -
Enciende el horno a 175°C. Engrasa un molde desmontable de 23 cm. Prepara la mezcla de pastel de chocolate según las instrucciones del paquete y hornéala. Deja que se enfríe completamente antes de seguir.
02 -
Baja la temperatura del horno a 160°C. Mezcla el queso crema con el azúcar hasta lograr una textura suave. Incorpora la vainilla, los huevos, la crema ácida y la nata para montar. Vierte esta mezcla sobre la base de chocolate ya enfriada.
03 -
Echa la mitad de la salsa de caramelo sobre la mezcla de queso crema. Con la punta de un cuchillo o un palillo, crea remolinos para un efecto marmoleado. No revuelvas demasiado para que se mantengan bien definidos los remolinos.
04 -
Hornea durante 1 hora y 15 minutos, hasta que el centro esté firme pero ligeramente tembloroso. Apaga el horno y deja que el pastel se enfríe dentro una hora más. Después, deja que alcance la temperatura ambiente.
05 -
Mete el pastel al refrigerador por al menos 4 horas, aunque mejor si es toda la noche. Al momento de servir, pon nata montada, algo de salsa de caramelo y las virutas de chocolate por encima.