01 -
Mete las frambuesas, el azúcar y el jugo de limón en un cazo pequeño y caliéntalo a fuego medio. Remueve suavemente mientras se van deshaciendo las frutas y soltando su jugo. Mezcla la fécula de maíz con agua hasta que no tenga grumos y añade esto al cazo. Cocina unos 2 minutos mientras revuelves hasta que espese. Cuela la mezcla para quitar las semillas si lo prefieres y déjalo enfriar por completo.
02 -
En un tazón, bate juntos el queso crema, la pasta de pistacho, el azúcar glas y la vainilla hasta que quede una mezcla suave. Si decides usar grenetina, hidrátala espolvoreándola sobre una cucharada de agua fría, deja reposar un minuto y luego caliéntala 10 segundos en el microondas hasta que se disuelva. Incorpórala a la mezcla de queso. Con movimientos suaves, integra la crema batida con una espátula hasta que quede aireada y ligera, logrando un color verde pálido.
03 -
Toma moldes de silicón en forma de semiesferas y coloca la mousse de pistacho rellenando cada cavidad hasta la mitad. Usa una cuchara pequeña para crear un hueco en el centro. Coloca una cucharadita del relleno de frambuesa previamente enfriado en ese espacio. Cubre con más mousse hasta llenar los moldes y alisa la superficie con una espátula. Mete el molde al congelador por 4-6 horas o hasta que esté lo suficientemente firme.
04 -
Mientras las semiesferas se congelan, mezcla las galletas trituradas, la mantequilla derretida y los pistachos en un tazón. En una bandeja cubierta con papel encerado, forma pequeños círculos con la mezcla, presionando firmemente con una cuchara para compactar. Enfría estas bases en el refrigerador hasta que estén sólidas.
05 -
Cuando las domos estén listas, sácalas cuidadosamente de los moldes presionando suavemente desde la parte trasera. Coloca cada semiesfera sobre una de las bases crujientes, con la parte redondeada hacia arriba. Si necesitas fijarlas mejor, pon un poquito de chocolate blanco derretido entre la base y la domo.
06 -
Adorna con pistachos triturados alrededor de cada domo, coloca una frambuesa fresca encima y, si quieres lucirte, agrega un toque de chocolate blanco derretido o espolvorea azúcar glas. Antes de servir, deja reposar las domos a temperatura ambiente unos 15-20 minutos para que suavicen sin perder forma.