01 -
Extiende los pepinillos en rodajas sobre unas hojas de papel de cocina. Usa más papel encima para secarlos a fondo. Cuanto más secos estén, mejor quedará el rebozado. ¡Este paso es clave para que queden crujientes!
02 -
Bate en un plato hondo los huevos, la harina, la salsa picante, la sal y la pimienta hasta que te quede mezcla uniforme y espesa. Pon el pan rallado en otro plato y desmenúzalo un poco con las manos para darle más textura.
03 -
Pasa cada rodaja de pepinillo primero por la mezcla de huevo asegurándote que quede bien cubierta, y luego por el panko. Presiona ligeramente para que el pan rallado se adhiera bien. Depósitalos en un plato o bandeja con algo de espacio entre ellos.
04 -
Precalienta tu freidora de aire a 200° C. Cuando esté lista, pon los pepinillos en una sola capa sin apilarlos. Rocíalos ligeramente con aceite, y cocínalos por unos 5-7 minutos hasta que la parte de abajo comience a dorarse.
05 -
Voltea con cuidado cada rodaja, rocíalas otra vez con un poco de aceite, y continúa cocinando otros 5-7 minutos hasta que queden dorados y súper crujientes. Si tienes muchos, hazlo en tandas para no amontonarlos.
06 -
Mientras los pepinillos se cocinan, mezcla en un tazón todos los ingredientes del aderezo hasta que quede uniforme. Si lo preparas con algo de anticipación, los sabores se integrarán aún más.