01 -
Antes de empezar, revisa bien todos los pasos y mide tus ingredientes. Si tienes, usa una báscula de cocina para mayor precisión. Asegúrate de que los huevos y la mantequilla estén a temperatura ambiente para facilitar la mezcla.
02 -
En el tazón de una batidora con gancho amasador, mezcla la harina de fuerza, el azúcar, la levadura y la sal. Mantén la batidora a baja velocidad y, mientras mezcla, añade la leche templada, seguido de los huevos y luego la mantequilla poco a poco en trozos pequeños. Deja que se mezcle durante unos 8-10 minutos hasta que consigas una masa blanda y elástica, que no sea pegajosa. Si está demasiado pegajosa, agrega una cucharada de harina extra.
03 -
Engrasa ligeramente el bol con un poco de aceite y cubre la masa con una capa fina también. Tapa con plástico y coloca un paño limpio encima. Deja reposar en un lugar cálido y libre de corrientes de aire durante 1½ horas. Este es el momento donde la magia sucede: la levadura hará que la masa crezca y quede esponjosa.
04 -
Cuando la masa haya duplicado su tamaño, presiónala suavemente para sacar el aire. Divídela en 15 partes iguales para donuts grandes (o haz 12 más grandes, o 20 más pequeños). De cada trozo, junta los bordes hacia el centro para formar una bolsita y luego dale la vuelta. Usa la palma de tu mano para rodarla suavemente hasta formar una bola lisa.
05 -
Coloca cada donut formado sobre un pequeño cuadrado de papel de hornear para manejarlos más fácilmente después. Cúbrelos con un paño limpio y déjalos reposar por 30-40 minutos. Deberían verse inflados, y si los presionas suavemente con un dedo, la marca debería volver lentamente a su lugar.
06 -
Mientras los donuts reposan, llena una olla pesada o cazuela con aceite, asegurándote de que tenga unos 8 cm de profundidad. Calienta el aceite a unos 176-179°C. Usa un termómetro de cocina para controlar la temperatura: esto es crucial para obtener un dorado perfecto sin quemarlos ni dejarlos grasientos.
07 -
Trabajando en tandas de tres para evitar que el aceite pierda temperatura, introduce los donuts con el papel hacia abajo; este se soltará solo en el aceite caliente. Fríelos durante 3-4 minutos por lado hasta que estén bien dorados. Los más pequeños necesitan menos tiempo, unos 2-3 minutos por lado. Usa una espumadera para darles la vuelta y sacarlos del aceite.
08 -
Coloca los donuts fritos en una rejilla o sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite. Todavía calientes pero no ardiendo, rebózalos completamente en azúcar granulada. El calor ayuda a que el azúcar se adhiera mejor.
09 -
Son mejores recién hechos y aún tibios. Por fuera estarán crujientes con el azúcar, y por dentro súper tiernos, esponjosos y con un toque ligeramente chewy. ¡La perfección en donuts!