01 -
Llena una olla grande con agua y agrégale una cucharada de sal generosa. Ponla a hervir. Agrega las papas cambray y déjalas cocinar por unos 12-15 minutos. Deben estar tiernas, lo suficiente para que un tenedor entre fácilmente, pero que no se deshagan. Una vez listas, escúrrelas con un colador y deja que se sequen al vapor por uno o dos minutos.
02 -
Precalienta el horno a 220°C. Toma una charola para hornear y úntale un poco de aceite de oliva. Coloca las papas hervidas sobre la charola dejando espacio entre cada una. Luego, usa un tenedor o la base de un vaso para presionar ligeramente cada papa hasta romperla sin que pierda su forma. Rocía con el resto del aceite de oliva y espolvorea sal y pimienta por encima. Hornéalas por unos 20-25 minutos, hasta que los bordes estén dorados y crujientes.
03 -
Mientras las papas están en el horno, mezcla en un bowl la mayonesa, la mostaza y el jugo de limón. Prueba el aderezo, debe quedar ácido y con un toque picante. Si lo sientes necesario, añade sal y pimienta al gusto.
04 -
Cuando las papas salgan del horno y estén crujientes, espera unos minutos a que se enfríen un poco (para que el aderezo no se derrita). Mézclalas en un bowl grande junto con el aderezo, asegurándote de que queden bien cubiertas. Después, incorpora la mayoría del perejil, las cebollitas cambray y las alcaparras, si las estás usando. Las papas calientes absorberán todos esos sabores deliciosos.
05 -
Pasa la ensalada de papas a un plato para servir y pon el resto de las hierbas por encima para darle un color fresco. Este platillo está increíble servido tibio, ya que el contraste entre lo crujiente y lo cremoso del aderezo es lo mejor. Pero también sabe delicioso a temperatura ambiente para un picnic o parrillada.