01 -
Pon el horno a 220 grados Celsius y cubre una bandeja para hornear con papel vegetal.
02 -
Lava los espárragos y sécalos usando toallas de papel. Quita las partes duras recortando aproximadamente 2-3 cm del extremo inferior con un cuchillo afilado.
03 -
Coloca los espárragos sobre la bandeja preparada en una sola capa. Rocíalos con aceite de oliva, espolvorea sal marina y pimienta negra, y mezcla para cubrirlos de manera uniforme. Agrega el queso manchego encima de los espárragos.
04 -
Introduce la bandeja en el horno a 220 grados Celsius. Cocina por unos 10 minutos, hasta que los espárragos estén tiernos y se puedan pinchar fácilmente con un tenedor.
05 -
Saca los espárragos del horno y añade un poco de jugo de limón encima. Si te gusta un toque picante, coloca unas hojuelas de chile rojo antes de servir.