01 -
Enciende tu horno a 200°C (400°F) y cubre una bandeja para hornear con papel encerado o engrasa ligeramente una rejilla de horno.
02 -
Prepara tres recipientes poco profundos: En el primero, mezcla la harina con el ajo en polvo, cebolla en polvo, pimentón, sal y pimienta. En el segundo, bate los huevos hasta que queden homogéneos. Y en el tercero, coloca el pan panko.
03 -
Toma las pechugas de pollo y pásalas por la harina sazonada (sacude el exceso), luego sumérgelas en el huevo batido, y finalmente cúbrelas bien con el pan panko, presionando un poco para que se adhiera.
04 -
Coloca el pollo empanizado en la bandeja o rejilla preparada y mételo al horno por 20-25 minutos. Da vuelta a las pechugas a la mitad del tiempo y asegúrate de que estén crujientes y doradas. La temperatura interna debe llegar a 75°C (165°F).
05 -
Mientras el pollo se hornea, mezcla la miel, la salsa picante y el vinagre de sidra en una cacerola pequeña. Caliéntala a fuego medio mientras remueves hasta que todo quede integrado. Ajusta el nivel de picor a tu gusto.
06 -
Cuando el pollo esté listo, vierte un poco de la miel picante caliente sobre cada pieza y pon encima el queso feta desmenuzado. La miel tibia ayudará a derretir ligeramente el queso, creando una capa dulce, picante y cremosa.