01 -
Pon las fresas picadas en un recipiente pequeño. Espolvorea el azúcar, mezcla con cuidado y déjalas reposar unos 5-10 minutos hasta que suelten su juguito. Si te gusta, puedes machacar unas cuantas fresas, pero deja algunas enteras para que queden trocitos en las paletas.
02 -
Con una cuchara, distribuye la mezcla de fresas en tus moldes para paletas hasta usarla toda.
03 -
Rellena los moldes con el agua de limón, dejando un pequeño espacio en la parte superior para que las paletas se expandan al congelarse.
04 -
Coloca la tapa de tus moldes y pon los palitos. Mete las paletas al congelador y déjalas hasta que estén completamente sólidas, al menos entre 4 y 6 horas o durante toda la noche.