01 -
Pon a hervir una olla grande con agua salada. Cocina la pasta penne según las instrucciones del paquete, pero un minuto menos para que quede al dente. A mitad de cocción, añade los guisantes congelados en la misma olla.
02 -
Mientras la pasta se hace, calienta aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Incorpora la cebolla picada y los trocitos de panceta, cocinando hasta que ambos estén crujientes pero sin quemarse.
03 -
Escurre la pasta y los guisantes, luego añádelos a la sartén con la panceta y cebolla. Baja el fuego a medio.
04 -
Vierte la nata y remueve todo bien. Agrega más nata si hace falta para lograr la consistencia que te guste. Sirve al momento mientras esté caliente.