01 -
Pon una olla grande con agua a calentar y échale bastante sal.
02 -
Voltea la cola de langosta y corta por ambos lados con tijeras de cocina. Saca la carne con cuidado y córtala en trozos grandecitos.
03 -
Calienta aceite y 50g de mantequilla en una sartén honda a fuego medio hasta que burbujee. Baja el fuego y cocina los trozos de langosta por unos 3-4 minutos hasta que se vean blancos y rosados. Sácalos con una espumadera y déjalos aparte.
04 -
En la misma sartén, cocina el chalote y ajo picados por 2 minutos, moviéndolos de vez en cuando. Agrega el vino y raspa todos esos trocitos sabrosos del fondo. Deja que hierva hasta que casi se evapore.
05 -
Baja el fuego y añade los tomates cherry. Déjalos cocinarse por 10-15 minutos hasta que revienten y queden bien jugosos.
06 -
Mete la pasta en el agua hirviendo, pero sácala 2 minutos antes de lo que dice el paquete. ¡Guarda una taza del agua de cocción antes de escurrirla!
07 -
Añade la pasta y otros 50-100g de mantequilla a los tomates cocinados. Echa un poco del agua de la pasta poco a poco, mezclando hasta que todo quede brillante y cremoso. Incorpora la langosta, el perejil fresco y un chorrito de limón. ¡Sírvelo inmediatamente mientras está calentito!