01 -
Calienta tu horno a 165°C (325°F). Mientras el horno toma temperatura, unta un molde redondo de 9 pulgadas con mantequilla o rocío vegetal. Por comodidad, coloca un círculo de papel encerado en el fondo del molde; esto hace más fácil sacar el pastel más tarde. Si no tienes papel encerado, puedes espolvorear harina sobre el molde engrasado.
02 -
En un bol grande, mezcla bien el azúcar con la mantequilla derretida hasta que obtengas una textura uniforme. Añade los huevos, uno por uno, y bate bien después de incorporar cada uno. Después, agrega el jugo de limón y la ralladura. Revuelve hasta que todo quede bien integrado. Para este paso, tu cocina olerá increíble, ¡ya verás!
03 -
En otro recipiente, combina la harina, el polvo de hornear y la sal con un batidor manual, asegurándote de que todo esté bien integrado. Poco a poco, ve incorporando esta mezcla seca al bol con los ingredientes húmedos. Mezcla de forma suave, solo hasta que todo se combine; no es necesario batir en exceso. Verás que la masa queda bastante líquida, pero ¡así debe ser!
04 -
Agrega la leche lentamente mientras sigues mezclando con cuidado. La masa se hará aún más líquida, ¡pero no te preocupes! Este aspecto es lo que permitirá que se formen las capas mágicas del pastel durante la cocción. Dale una última mezcla suave para asegurarte de que todo esté bien distribuido.
05 -
Vierte la mezcla en el molde que preparaste y colócalo en el horno precalentado. Aquí es donde sucede la magia. Hornea de 50 a 60 minutos, hasta que la parte superior esté dorada y, al insertar un palillo en el centro, salga limpio. También notarás que los bordes pueden despegarse un poco del molde: es señal de que ya está listo.
06 -
Saca el pastel del horno y déjalo reposar en el molde por unos 10 minutos. Este tiempo permite que la capa de natilla termine de asentarse. Después, con cuidado, desmolda el pastel sobre un plato o rejilla para que termine de enfriarse. En este punto, la parte inferior se verá como una natilla suave, mientras que la parte superior será un bizcocho ligero. Sirve tibio o a temperatura ambiente: delicioso de ambas formas.