01 -
Pon tu horno a 175°C. Engrasa bien un molde tipo panqué y espolvorea un poco de harina encima para que nada se pegue.
02 -
En un tazón, mezcla la harina, el polvo de hornear y la sal. Asegúrate de que quede todo bien integrado.
03 -
En un tazón grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta que se vea cremosa y suave. Si usas batidora eléctrica, te tomará unos 3 minutos.
04 -
Agrega los huevos uno por uno, batiendo después de cada adición. Añade la vainilla y mézclala bien.
05 -
Añade un tercio de la mezcla seca a la mantequilla batida e intégralo suavemente. Luego añade la mitad de la crema ácida y mezcla. Repite alternando: harina, crema ácida, harina, hasta que todo esté integrado. No mezcles demasiado para que el pastel no quede denso.
06 -
Con cuidado, incorpora la piña triturada escurrida usando una espátula. Si tiene mucho líquido, escúrrela bien o el pastel quedará húmedo.
07 -
Vierte la mezcla en el molde preparado y alisa la superficie. Mételo al horno por 50-60 minutos. Sabrá que está listo cuando al insertar un palillo en el centro, salga limpio o con solo unas pocas migajas.
08 -
Deja que el pastel repose unos 10 minutos en su molde, luego desmóldalo con cuidado en una rejilla para que se enfríe por completo. Mientras tanto, mezcla el azúcar glas con el jugo de piña para hacer el glaseado. Una vez frío, decora el pastel con el glaseado, dejando que escurra por los lados.