01 -
Prende tu horno a 180°C y coloca la rejilla justo al centro. Mientras se precalienta, toma un molde rectangular (23x33 cm) y cúbrelo bien con mantequilla o spray antiadherente. ¡Así evitarás problemas al desmoldar!
02 -
Toma un tazón grande y revuelve la harina, los pistachos molidos, el polvo para hornear y la sal. Los pistachos molidos dan ese toque especial al bizcocho, ¡asegúrate que estén bien finos! Pon esta mezcla a un lado.
03 -
En el tazón de tu batidora eléctrica (con el accesorio plano), combina el azúcar y las yemas de huevo. Bate a velocidad media-alta durante unos 5 minutos hasta que esté cremoso y de color pálido. Este paso le da ligereza al bizcocho, ¡así que no lo apresures! Luego añade el extracto de almendra, extracto de vainilla y la nata líquida, batiendo a velocidad baja solo hasta integrar.
04 -
Con una espátula, agrega poco a poco la mezcla de harina al tazón con los ingredientes húmedos. Mezcla delicadamente para no perder aire. Una vez listo, transfiere la masa a otro tazón y limpia el tazón de tu batidora porque lo necesitarás pronto.
05 -
Añade las claras de huevo y el crémor tártaro al tazón limpio de la batidora y bate a alta velocidad hasta que formen picos firmes (unos 3 minutos). Debes poder voltear el tazón sin que nada caiga —aunque mejor no arriesgarse a probarlo.
06 -
Con cuidado, integra las claras montadas a la masa anterior en tres partes. Usa una espátula y movimientos envolventes para evitar que se pierda todo el aire que trabajaste en incorporar.
07 -
Vierte la masa en el molde preparado y nivela con una espátula pequeña. Colócalo en el horno y hornea por 20-25 minutos. Sabes que está listo cuando al insertar un palillo en el centro, salga limpio y la superficie tenga un ligero dorado.
08 -
Mientras el bizcocho se hornea, bate en un tazón la nata líquida restante con la leche condensada y la leche evaporada. Luego agrega la crema de pistacho y mezcla hasta que quede homogéneo. Esta combinación es esencial para el sabor único de este pastel.
09 -
Tan pronto salga el bizcocho del horno (¡aún caliente!), usa un palillo o tenedor para hacer agujeros por toda la superficie. Luego vierte la mezcla de leches lentamente sobre el bizcocho, asegurándote de cubrirlo por completo. No te preocupes si parece mucho líquido, ¡el pastel lo absorberá todo! Déjalo enfriar unos 30 minutos.
10 -
Cubre el bizcocho con plástico y mételo al refrigerador por al menos 4 horas, aunque toda la noche es lo ideal. Este tiempo de reposo es lo que le da al pastel esa textura húmeda que lo hace tan especial.
11 -
Cuando estés listo para servir, bate la crema con el azúcar glas hasta obtener picos firmes pero suaves. Extiende la crema sobre el bizcocho y esparce encima los pistachos picados. Córtalo en rebanadas y disfruta esta delicia ligera y cremosa.