Pollo Alice Springs Outback (Versión para Imprimir)

# Ingredientes:

→ Para la marinada de miel y mostaza

01 - ½ taza de mostaza Dijon (la de buena calidad, no la amarilla de bote)
02 - ½ taza de miel (local si tienes a mano)
03 - ¼ taza de mayonesa (mejor si es normal, no light)
04 - 1 cucharadita de zumo de limón fresco (para darle ese toque ácido)

→ Para el pollo

05 - 4 pechugas de pollo sin piel ni hueso (aproximadamente 700 gramos en total)
06 - 2 cucharadas de mantequilla
07 - 225 gramos de champiñones frescos, laminados
08 - 1 cucharada de aceite de oliva
09 - 4 lonchas de bacon, bien crujiente y picado en trozos
10 - 2 tazas de queso mezcla tipo cheddar, recién rallado (el prerrallado también sirve)
11 - 2 cucharadas de perejil fresco picado (opcional, pero da un bonito toque de color)
12 - Sal y pimienta negra recién molida al gusto

# Instrucciones:

01 - En un bol, mezcla la mostaza Dijon, la miel, la mayonesa y el zumo de limón hasta que quede todo bien integrado. ¡Esta salsa es una maravilla! Reserva unos 4 cucharadas en un recipiente pequeño y guárdalo en la nevera para usar luego como salsa para mojar.
02 - Coge una bolsa grande con cierre y mete las pechugas de pollo. Vierte el resto de la mezcla de mostaza y miel, cierra la bolsa y masajea bien para que cada trozo de pollo quede cubierto. Métela en la nevera mínimo 30 minutos, aunque si la dejas toda la noche mucho mejor - créeme, merece la pena la espera.
03 - Cuando vayas a cocinar, precalienta el horno a 200°C. Toma una sartén grande apta para horno (una de hierro fundido es perfecta) y derrite la mantequilla a fuego medio-alto. En cuanto esté burbujeante, añade los champiñones laminados y déjalos dorar hasta que estén doraditos, unos 5-7 minutos. Pásalos a un plato - los necesitaremos en un momento.
04 - En la misma sartén (no la laves - esos restos de champiñones dan sabor), calienta el aceite de oliva hasta que brille. Saca el pollo marinado de la bolsa, dejando escurrir el exceso de marinada, y coloca las pechugas en la sartén caliente. Déjalas sin tocar unos 5 minutos hasta que tengan una costra dorada, luego dales la vuelta y cocina otros 5 minutos por el otro lado.
05 - ¡Ahora viene lo divertido! Reparte los champiñones salteados por encima de las pechugas, espolvorea el bacon crujiente, y cubre todo con una generosa capa de queso rallado. Puede parecer mucho queso, pero nunca es demasiado, ¿verdad?
06 - Tapa la sartén (con su tapa o papel de aluminio si no tiene una tapa que pueda ir al horno) y métela en el horno precalentado. Deja que se hornee hasta que el pollo esté completamente cocinado (temperatura interna de 74°C) y el queso esté burbujeante y derretido, unos 10-15 minutos según el grosor de las pechugas.
07 - Saca la sartén del horno (¡cuidado, quema!) y deja reposar un minuto o dos. Espolvorea con perejil fresco si quieres darle un toque elegante, y añade pimienta negra y un poco de sal si hace falta. Sirve con la salsa de mostaza y miel reservada para mojar. ¡Prepárate para escuchar suspiros de placer en la mesa!

# Notas:

01 - Esta receta inspirada en Outback Steakhouse sabe incluso mejor que la versión del restaurante porque está hecha con cariño en tu propia cocina.
02 - La salsa de miel y mostaza cumple doble función como marinada y salsa para mojar, haciendo esta receta súper práctica.
03 - Si andas con prisa, puedes usar bacon ya cocinado en trocitos, pero el recién hecho y picado aporta mucho más sabor.
04 - Este plato combina perfectamente con patatas fritas, verduras al vapor o una ensalada verde sencilla para equilibrar lo contundente del plato.