01 -
Prepara las pechugas de pollo espolvoreándolas con sal, pimienta y pimentón ahumado si lo deseas. Asegúrate que cada trozo quede bien cubierto.
02 -
Calienta el aceite o mantequilla en una sartén grande a fuego medio-alto. Dora las pechugas durante 4-5 minutos por cada lado hasta que tengan un bonito color dorado. Sácalas de la sartén y reserva.
03 -
Baja el fuego a medio. Vierte el caldo de pollo en la sartén, raspando el fondo para soltar los trocitos pegados. Añade la nata y el queso, removiendo hasta que se derrita completamente y la salsa quede suave y cremosa.
04 -
Devuelve el pollo dorado a la sartén. Cocina a fuego lento en la salsa durante 8-10 minutos, o hasta que alcance una temperatura interna de 74°C. La salsa seguirá espesando y cubrirá el pollo estupendamente.
05 -
Coloca el pollo en platos, cubriéndolo con un poco más de salsa por encima. Espolvorea con perejil picado y sirve de inmediato con tus guarniciones favoritas.