01 -
Ralle la piel de los cítricos antes de exprimirlos para facilitar el proceso. Combine las ralladuras y jugos en un recipiente junto con el ajo picado, chalotes, aceite de oliva, azúcar moreno, sal, pimienta, romero, perejil y hojuelas de chile. Mezcle bien todos los ingredientes. Divida esta mezcla en dos partes iguales: una para marinar el pollo y otra para preparar el glaseado posteriormente.
02 -
Si utiliza pechugas de pollo (que suelen ser más gruesas en un extremo), nivele su grosor. Puede aplanarlas ligeramente con un mazo para carne o mariposalas abriéndolas. Esto facilitará una cocción uniforme. Coloque el pollo en una bolsa hermética o recipiente poco profundo y vierta la MITAD de la marinada sobre él. Asegúrese de que todas las piezas queden cubiertas, selle y refrigere durante al menos 30 minutos y hasta 4 horas. No exceda este tiempo ya que los ácidos cítricos pueden comenzar a descomponer demasiado la proteína.
03 -
Cuando esté listo para cocinar, precaliente la parrilla a temperatura media-alta. Una vez caliente, engrase bien las rejillas con aceite para evitar que el pollo se pegue (este paso es fundamental). Retire el pollo de la marinada, dejando escurrir el exceso, y colóquelo sobre la parrilla.
04 -
Deje que el pollo se cocine sin moverlo durante aproximadamente 6-7 minutos por el primer lado para conseguir bonitas marcas de parrilla. Voltee una sola vez y cocine otros 6-7 minutos por el segundo lado. El tiempo exacto dependerá del grosor de las piezas, por lo que la mejor manera de verificar el punto de cocción es con un termómetro de carne - debe alcanzar 74°C en la parte más gruesa. Durante el último minuto o dos de cocción, pincele el pollo con parte del glaseado que preparará a continuación.
05 -
Mientras el pollo se asa, vierta la mitad reservada de la marinada en una cacerola pequeña y añada la miel. Lleve a fuego bajo hasta que comience a hervir suavemente y deje reducir durante 5-6 minutos, removiendo ocasionalmente. Sabrá que está listo cuando espese lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara. Apague el fuego y deje enfriar ligeramente antes de glasear el pollo.
06 -
Una vez que el pollo alcance la temperatura perfecta, retírelo de la parrilla y déjelo reposar sobre una tabla de cortar durante unos 5 minutos. Esto ayuda a que los jugos se redistribuyan en el interior. Corte en rodajas, añada un chorrito final de glaseado si lo desea, y sirva con sus guarniciones favoritas. Los intensos sabores cítricos son absolutamente perfectos para el verano.