01 -
Combina la crema de cacahuate, leche condensada, salsa de soja y agua en un recipiente. Revuelve hasta lograr una mezcla suave y cremosa. Si queda muy espesa, agrega agua poco a poco hasta que puedas verterla fácilmente.
02 -
Aplana los muslos de pollo con un mazo hasta que tengan un grosor de 1/2 pulgada. Esto ayuda a que se cocinen parejo y queden más tiernos.
03 -
En un plato hondo, bate los huevos, harina, sal y 1 cucharada de crema de cacahuate hasta que quede una pasta como para hotcakes. Si está muy espesa, añade un chorrito de agua o más harina si está muy líquida.
04 -
Pon el panko en otro plato hondo. Sumerge cada trozo de pollo primero en la mezcla de huevo y luego cúbrelo bien con panko, presionando suavemente para que se pegue.
05 -
Calienta como 1 pulgada de aceite en una sartén profunda a 175°C. Fríe 1-2 piezas de pollo a la vez durante 2-3 minutos por lado hasta que queden doraditas y crujientes. Colócalas en una rejilla para que escurran.
06 -
Corta el pollo crujiente en tiras y báñalo generosamente con la salsa de cacahuate. Sírvelo inmediatamente mientras está calientito y crujiente.