01 -
Mezcla media cucharadita de condimento italiano, sal, pimienta, 2 cucharadas de parmesano rallado y harina. Pasa los filetes de pollo por esta mezcla.
02 -
En una cazuela grande o sartén honda con tapa, derrite una cucharada de mantequilla con una cucharadita de aceite. Cocina el pollo hasta que esté listo. Sácalo y mantenlo caliente.
03 -
En la misma olla, usando el aceite y mantequilla restantes, sofríe la cebolla hasta que esté blandita (unos 2 minutos). Agrega el ajo y cocina un minuto más.
04 -
Desglasa la olla con media taza de caldo de pollo, luego añade el resto del caldo y la nata líquida.
05 -
Agrega la pasta, revuelve bien para cubrirla con el líquido. Lleva a ebullición, baja el fuego, tapa y deja cocer 11-13 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la pasta esté al dente.
06 -
Añade el condimento italiano restante y los 64 g de queso parmesano. Mezcla bien. La salsa se espesará al enfriarse. Ajusta el sabor y devuelve el pollo a la olla.