01 -
Calienta el horno a 200°C y forra una bandeja con papel de hornear. Esto ayuda a que nada se pegue y facilita la limpieza después.
02 -
En un recipiente, bate el yogur griego con los huevos hasta que quede suave. En otro bol, combina todos los ingredientes secos - harina, semillas de lino, ajo en polvo, hojuelas de chile, polvo para hornear y sal.
03 -
Agrega poco a poco los ingredientes secos a la mezcla de yogur, revolviendo bien. Luego incorpora las espinacas, el cebollín, 1 taza de queso y el jamón. ¡No dudes en usar tus manos para mezclarlo todo bien!
04 -
Espolvorea tus manos con un poco de harina, luego divide la masa en 12 porciones iguales. Dale forma redonda a cada una con un grosor de 2.5 cm y colócalas en la bandeja, dejando espacio entre ellas. Esparce el resto del queso encima de cada panecillo.
05 -
Comienza a 200°C por 5 minutos, luego baja la temperatura a 180°C y hornea por otros 20 minutos - ¡sin abrir el horno! Están listos cuando la base está dorada y la parte superior empieza a tomar color.