01 -
En un recipiente amplio, mezcla bien las alitas limpias con los chiles habaneros picados, la marinada Jerk y el sazonador Jerk en polvo. ¡Que no quede ninguna parte sin cubrir! Déjalas reposar 15 minutos, pero si tienes tiempo, refrigerarlas toda la noche (o hasta 2 días) les dará un sabor increíble.
02 -
Calienta el horno a 200°C. Rocía ligeramente un molde para hornear de 23x33 cm o una bandeja grande con un poco de aceite para que no se peguen.
03 -
Coloca las alitas en el molde en una sola capa. Cúbrelas bien con papel aluminio y mételas al horno durante 30-35 minutos hasta que casi estén cocidas. Aquí viene lo bueno: con cuidado, escurre el jugo de las alitas en un recipiente (no lo tires, será esencial). Hornea las alitas otros 5-10 minutos sin cubrirlas para que se sequen un poco.
04 -
Mientras tanto, derrite la mantequilla en una olla mediana a fuego medio. Agrega la salsa BBQ, aquel caldo de pollo con sabor a Jerk que apartaste, un poco más de marinada Jerk si quieres potenciar el sabor, y el caldo de pollo. Cocina todo junto por 2-3 minutos hasta que hierva un poco. Baja el fuego, añade las ramitas de tomillo y mezcla la maicena diluida para espesar la salsa.
05 -
Pinta las alitas con la salsa BBQ Jerk, asegurándote de cubrirlas por completo. Mételas de nuevo al horno (sin cubrir esta vez) por otros 10-15 minutos para que la salsa se quede bien pegada. Tip final: actívalo en modo gratinar para los últimos minutos, cuidando que no se quemen, y obtendrás un toque caramelizado perfecto.
06 -
Tradicionalmente se comen con pan tipo bollo, pero también son deliciosas con maíz asado, arroz, papas o tus vegetales preferidos. ¡Disfrútalas mientras están calientes!