Mini Brûlée Vainilla Pastelitos (Versión para Imprimir)

# Ingredientes:

→ Para la Base

01 - 1 taza de galletas María molidas (aproximadamente 8-9 galletas enteras, trituradas)
02 - 2 cucharadas de azúcar blanca
03 - 4 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida y ligeramente enfriada

→ Para el Relleno de Tarta de Queso

04 - 450 gramos de queso crema (2 paquetes), ablandado a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos
05 - 1/2 taza de azúcar blanca
06 - 1/4 taza de crema agria, a temperatura ambiente
07 - 1 cucharada de harina común
08 - 1 vaina de vainilla fresca, partida a lo largo y raspada para sacar las semillas (¡guarda la vaina para otro uso!)
09 - 2 huevos grandes, a temperatura ambiente
10 - 1 cucharadita de extracto de vainilla puro

→ Para la Cobertura de Crème Brûlée

11 - 1/4 taza de azúcar blanca para conseguir esa capa crujiente perfecta

# Instrucciones:

01 - Calienta el horno a 170°C y coloca capacillos de papel en tu molde para muffins. En un recipiente, mezcla las galletas María molidas con el azúcar, luego vierte la mantequilla derretida. Remueve hasta que parezca arena mojada. Pon aproximadamente una cucharada de esta mezcla en cada capacillo y aprieta firmemente con el dorso de una cuchara para crear una base compacta. Mételos al horno solo 5 minutos para que se asienten, sácalos y déjalos enfriar mientras preparas el relleno.
02 - En un recipiente grande, bate el queso crema suavizado con el azúcar hasta conseguir una textura suave y esponjosa, ¡sin grumos! Raspa los bordes del recipiente un par de veces para asegurarte de que todo se mezcla bien. Ahora añade la crema agria, la harina y las semillas de vainilla que raspaste. Mezcla nuevamente hasta que todo esté integrado. Agrega los huevos uno por uno, batiendo solo hasta que cada uno se incorpore a la masa. Por último, añade la cucharadita de extracto de vainilla y da un último mezclado. Tu masa debería verse sedosa y suave.
03 - Reparte la masa de tarta de queso uniformemente en los capacillos con las bases pre-horneadas. Llénalos casi hasta arriba - no crecerán mucho. Mete el molde en el horno precalentado y hornea durante unos 18-22 minutos. Sabrás que están listos cuando los centros apenas estén cuajados pero todavía tengan un ligero temblor al mover suavemente el molde. ¡No los cocines demasiado o se agrietarán! Sácalos y déjalos enfriar en la encimera hasta que alcancen temperatura ambiente.
04 - Una vez que se hayan enfriado por completo, mete todo el molde en la nevera y deja que esos pequeños tesoros se enfríen durante al menos 2 horas, aunque toda la noche es aún mejor si puedes esperar tanto. Los sabores se intensifican y la textura se vuelve aún más cremosa con el tiempo.
05 - Justo antes de servir, saca las tartas de queso individuales de la nevera. Espolvorea aproximadamente una cucharadita de azúcar blanca en una capa uniforme sobre cada una. Ahora viene la parte divertida - enciende tu soplete de cocina y derrite cuidadosamente ese azúcar moviendo la llama en círculos a unos 2-3 centímetros por encima de la superficie. El azúcar burbujeará y luego tomará un hermoso color ámbar. Deja que la cobertura se endurezca durante aproximadamente un minuto antes de servir - ¡eso es lo que te da ese satisfactorio crujido cuando clavas el tenedor!

# Notas:

01 - Si no tienes una vaina de vainilla, puedes usar 1-2 cucharaditas adicionales de extracto de vainilla puro, pero te perderás esas bonitas motas y el sabor intenso.
02 - ¿No tienes soplete de cocina? Puedes intentar poner las tartas con azúcar espolvoreada bajo el grill del horno durante 1-2 minutos, pero vigílalas atentamente - ¡pueden quemarse en segundos!
03 - Estas mini tartas de queso se conservan en la nevera hasta 3 días, pero la cobertura caramelizada es mejor hacerla justo antes de servir.