
Esta deliciosa sopa de brócoli con pepinillos, alubias blancas y patatas es todo lo que uno espera de un plato reconfortante. Sorprende la mezcla de sabores: el toque ácido del pepinillo se une con la suavidad de las legumbres y la textura tierna de las verduras. Es satisfactoria, no pesada, y te deja con ganas de repetir.
Todo empezó en pleno invierno cuando el frigo solo ofrecía brócoli y un resto de pepinillos. De ese experimento salió un plato que ahora no falta en las cenas entre amigos porque siempre triunfa.
Ingredientes
- Aceite de oliva: La base para que todo coja buen sabor desde el principio.
- Cebolla amarilla y apio: Se usan mucho como punto de partida para caldos y guisos.
- Ajo: Añade ese fondo aromático imprescindible.
- Levadura nutricional: Da un ligero sabor a queso y cuerpo sin lácteos, utiliza una marca buena.
- Especias secas: Polvo de ajo, de cebolla y unas pizcas de chile para profundidad.
- Patatas tipo Monalisa: Espesan y dan esa nota mantecosa tan rica.
- Mostaza antigua: Potencia el sabor ácido y pega genial con el pepinillo.
- Caldo de verduras: Si puedes, que sea hecho en casa para que tenga más sabor.
- Brócoli: Aporta color, textura y un plus de nutrientes.
- Alubias blancas: Para más proteína y una textura suave.
- Pepinillos en vinagre: Lo que da a esta sopa su toque especial, elige unos crujientes.
- Anacardos: Al batirlos, la sopa queda más cremosa. Asegúrate de que están remojados.
- Miso suave: Aporta ese chispeo de sabor salado y potente.
- Eneldo fresco: Da un aroma herbal único que alegra todo el conjunto.
Sencillos Pasos
- Da cremosidad:
- Vierte parte de la sopa en una batidora con los anacardos ya remojados, el miso y, si tienes, unas hojitas de espinaca. Mezcla todo hasta que no queden grumos: debe quedar fluido y muy verde.
- Ajustes finales:
- Reúne todo otra vez en la olla, agrega eneldo fresco y un poco de caldo de los pepinillos al gusto. Calienta solo un momento más sin que hierva fuerte antes de servir.
- Sofríe la base:
- Pon el aceite en una olla grande y a fuego medio añade cebolla y apio. Déjalos hacerse despacio unos 6 minutos; busca que la cebolla esté blandita y transparente.
- Da sabor:
- Ahora mete el ajo, la levadura nutricional y las especias en seco. Sigue removiendo hasta que el ajo huela bien pero antes de que se dore.
- Sigue con patata y mostaza:
- Incorpora las patatas en trozos junto a la mostaza, sal y pimienta. Riega con caldo de verduras y cocina hasta que la patata se pueda pinchar bien, en torno a 15 minutos.
- Mete lo principal:
- Cuando la patata esté, suma el brócoli, las alubias y los pepinillos troceados. Bastan ocho minutos para que el brócoli no pierda su color ni textura.

Puede que al principio el pepinillo no parezca encajar, pero es lo que cambia el plato. La idea me la dio mi abuela, siempre añadía un poco de jugo de pepinillos a sus sopas y juraba que era el secreto para realzar todo el sabor. La primera vez que lo probó mi pareja, le sorprendió tanto que ya no quiere otro primer plato.
Cómo Guardarla
Sabe incluso mejor al día siguiente, así que guárdala en envases herméticos hasta 5 días en la nevera. Si ves que se espesa mucho al recalentar, ponle un chorrito de caldo de verduras y listo. Si quieres congelar, deja enfriar bien y luego reparte en tuppers no hasta arriba para que no se rajen. Cuando vayas a consumirla, descongela una noche en la nevera y calienta suave en el fuego.
Variantes Fáciles
Puedes adaptar este plato a lo que tengas. Si te faltan alubias blancas, usa garbanzos o lentejas; la textura será diferente pero está igual de buena. Para cambiar los brócolis, la coliflor funciona y suaviza el sabor. Para alérgicos a frutos secos, sustituye los anacardos por semillas de girasol y déjalas en remojo al menos 4 horas. Si no hay eneldo fresco, el seco vale usando unas dos cucharadas. Si el miso no es lo tuyo añade una cucharada de vinagre de vino blanco y una pizca extra de sal para ese toque chispeante.
Ideas Para Servir
Acompáñala con buen pan, por ejemplo uno de masa madre bien crujiente. Si quieres un toque más contundente, pon garbanzos asados encima de cada plato, da más proteína y textura. Echa un chorro de aceite de oliva bueno antes de servir para darle brillo. Si hace calor, pruébala fría con unas gotas de limón, queda refrescante. Para fiestas o para la foto, decora con tiras de pepinillo y ramitas de eneldo aparte.

Esta sopa te va a sorprender: llena, es sabrosa y te cuida. Repítela en cualquier época y verás como acaba entre tus favoritas.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo dejarla preparada con antelación?
Claro, aguanta perfecta. Hazla hasta con 3 días de margen y guarda tapada en la nevera. El sabor mejora, no lo dudes. Al calentar de nuevo, puedes ponerle un poco de caldo vegetal si está muy espesa.
- → ¿Qué uso si no puedo comer frutos secos?
Olvídate de los anacardos y prueba con tofu suave (medio vasito) o unas 5 cucharadas de semillas de girasol ya remojadas. Queda igual de cremosa y sin afectar el sabor casi nada.
- → ¿Hace falta sí o sí la levadura nutricional?
Le da un punto sabroso, casi como queso. Pero si la quieres saltar, echa un poco más de miso o un chorrito de salsa de soja/tamari para mantener ese toque delicioso.
- → ¿Puedo congelarla?
Sí, se congela sin problemas por 3 meses. Déjala enfriar, pásala a tarros que cierren bien y deja espacio para que no revienten. Para comer, refrigérala una noche antes y caliéntala bien, dando vueltas de vez en cuando. Igual cambia un poco la textura, pero sigue sabrosa.
- → ¿Qué pepinillos debo elegir?
Los clásicos de ajo y eneldo son los que mejor quedan. No uses los dulces porque cambian todo el sabor. Puedes picarlos tú mismo o usar encurtido ya picado (pero siempre de eneldo). Si los cortas tú, la textura es más interesante.
- → ¿Cómo le doy un toque picante?
Échale más hojuelas de chile cuando sofrías las verduras, o al final ponle una cucharadita de tu salsa picante preferida. Para un picor más complejo, pon media jalapeño picada junto con la cebolla y el apio al principio.