
Estos irresistibles pastelitos de fresa y queso combinan todo lo cremoso del cheesecake con la frescura jugosa de fresas en formato individual perfecto para compartir.
La primera vez que preparé estos postres fue para el cumpleaños de mi hija, que pidió "algo con fresas pero sin ser pastel". Su carita después de la primera mordida hizo que estos mini cheesecakes se volvieran tradición de familia.
Ingredientes
- Galletas María trituradas: Dan una base crujiente y el clásico contraste en textura
- Queso crema: Que sea entero y muy blando, así se bate súper suave
- Fresas frescas: Van dentro de la mezcla y también como decoración para máximo sabor
- Mermelada de fresa: Intensifica el toque a fruta en todo el relleno
- Crema ácida: Da ese toque ácido tan típico y delicioso en el cheesecake
- Maicena: Se usa para espesar la compota y dejarla justo como queremos
Fáciles Pasos a Seguir
- Haz la Base:
- Revuelve la galleta triturada con mantequilla derretida hasta que parezca arena mojada. Echa una cucharada en cada molde y aplasta con el dorso de una cuchara para dejarlo bien compacto. Así no se deshace al sacarlo.
- Prepara el Relleno:
- Monta el queso crema blando con azúcar unos tres minutos hasta que esté sin grumos y muy suave. Este paso es clave para que no quede pesado. Agrega los huevos uno por uno mezclando solo hasta que se integren. Mezcla crema ácida y vainilla pero nada de batir de más, que se puede romper la mezcla.
- Hora del Toque de Fresa:
- Añade suavemente los trocitos de fresa y la mermelada al relleno de queso usando una espátula flexible. No remuevas mucho para que queden trozos enteros y se vea lindo al partirlos. Así tendrás sabor y color en cada bocado.
- Llévalos al Horno:
- Rellena los moldes hasta cubrir tres cuartas partes. Mete al horno ya caliente entre veinte y veintidós minutos. Tienen que quedar cuajados pero el centro se mueve un pelín. Deja que enfríen y terminen de agarrar cuerpo porque si los horneas de más quedan secos o se agrietan arriba.
- Haz la Compota de Fresa:
- Mientras enfrian los pastelitos, mezcla fresas en cubos con azúcar y jugo de limón en una olla pequeña a fuego medio. Cocina cinco minutos hasta que salga el jugo. Añade la maicena disuelta con un poco de agua y espera dos minutos más revolviendo hasta que espese. Enfría antes de poner arriba.

El secreto está en mezclar tanto fruta natural como mermelada dentro del relleno. Este truco tan sabio lo aprendí de mi abuela, que cada verano hacía conservas de fresa. Siempre decía: "poner capas de sabor es la clave de un postre inolvidable" — y estos pastelitos lo demuestran.
El Enfriado Perfecto
Para que la textura y el sabor sean ideales, tienes que dejar que se enfríen primero a temperatura ambiente y luego meten al refri. Lo mejor es esperar al menos cuatro horas, pero si puedes toda la noche, aún mejor. Así el relleno queda bien cuajado y el gustito a fresa se vuelve más intenso. Guardados en la nevera se conservan tres días sin problema, así que puedes hacerlos antes de tu evento.
Versiones Para Cada Temporada
Si tienes otra fruta de temporada, estos mini cheesecakes también quedan espectaculares. En verano prueba con moras o frambuesas y cambia la mermelada. Otoño pide manzana en cubitos cocida con canela y un poco de caramelo. En pleno invierno, anímate con ralladura y jugo de naranja o naranja sanguina y un toque de cardamomo. Solo debes cambiar la fruta manteniendo el mismo proceso y tendrás un postre totalmente diferente para cada estación.
¿Cómo Presentarlos?
Para un acabado de diez, coloca nata montada encima y media fresa bien bonita. Si quieres algo más especial, pon una barra con toppings: chocolate líquido, trocitos de galleta o frutos secos tostados para que cada quien arme el suyo. Sírvelos fríos, pero no demasiado, para disfrutar bien la textura cremosa y el sabor de la fruta. Van genial con copa de cava en celebraciones o con café fuerte en la tarde.

No solo son fáciles de preparar, también son una delicia en cada mordida. ¡Disfrútalos a lo grande!
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo dejar listos estos Cupcakes Fresa Queso Fácil con anticipación?
Claro, puedes prepararlos un par de días antes sin problema. Guárdalos en un recipiente cerrado en el refri y pon la compota justo antes de servir, así se ven frescos y bonitos.
- → ¿Usar fresas congeladas sirve o no?
Las frescas siempre son lo mejor, pero si sólo tienes congeladas, también funcionan. Eso sí, hay que descongelarlas y quitarles el exceso de jugo para el relleno. En la compota, puedes usarlas como vienen, solo cocínalas un ratito más.
- → ¿Cómo saber si ya están hechos los cupcakes?
Listos cuando el centro ya no está tan líquido pero todavía tiembla un poco. No te preocupes si no están duritos, porque se terminan de fijar al enfriar. Las orillas se deben ver firmes y soltar un poco del papel.
- → ¿Se pueden congelar estos cupcakes?
¡Sí! Aguantan congelados hasta 2 meses, sólo que ponlos sin la compota y envuélvelos uno por uno. Cuando los quieras comer, bájalos al refri desde la noche antes y ya les pones la compota al final.
- → ¿Qué otras galletas puedo usar en la base?
Las digestivas, vainilla, o hasta de jengibre van perfecto en vez de las graham. Hazlas polvo igual y usa la misma cantidad que las de la receta original.
- → ¿Cómo hacer para que no se agrieten?
Mezcla solo lo necesario para que no les entre tanto aire. Usa el horno a temperatura bajita y sácalos poco a poco, dejando la puerta entreabierta para que no les caiga un cambio de temperatura brusco.