01 -
Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta que quede uniforme. Presiona esta mezcla en el fondo de cada molde con capacidad para cupcakes para formar una base firme.
02 -
Enciende el horno a 165 °C y coloca los moldes para cupcakes con los capacillos.
03 -
Bate el queso crema con el azúcar hasta que quede cremoso. Agrega los huevos, uno por uno, y mezcla bien después de cada uno. Incorpora la vainilla y la crema agria, y después integra con cuidado las fresas en trozos y la mermelada para que no se deshagan.
04 -
Llena cada molde de cupcake hasta tres cuartos de su capacidad con la mezcla de queso. Hornea de 20 a 22 minutos, asegurándote de que el centro esté apenas firme y los bordes ligeramente dorados.
05 -
En una cacerola, cocina las fresas, el azúcar y el jugo de limón a fuego medio hasta que las fresas suelten su jugo. Añade la mezcla de fécula de maíz y revuelve constantemente hasta que espese según lo prefieras.
06 -
Deja que los cupcakes se enfríen completamente antes de colocar encima la compota de fresas. Si quieres, adorna con fresas frescas antes de servir.