01 -
Calienta el horno a 200°C. Lava bien las remolachas, dejando un poco de tallo arriba y la raíz intacta para que conserven su sabor durante la cocción.
02 -
Coloca las remolachas en una bandeja, añade agua fría hasta la mitad, y rocía con aceite. Sazona con sal y pimienta, y tapa bien con papel aluminio para mantener el vapor dentro.
03 -
Déjalas asar entre 45-60 minutos, según el tamaño. Están listas cuando un cuchillo entra sin problema. Si hay resistencia, dales 10-15 minutos más. Cuando estén tibias, la piel saldrá fácilmente.
04 -
Mientras se asan las remolachas, pela las naranjas. Corta los extremos, quita la piel y la parte blanca. Corta entre las membranas para sacar los gajos y exprime el centro para obtener la cucharada de zumo que necesitamos.
05 -
Corta las remolachas peladas en cuartos y mézclalas con aceite, vinagre y el zumo de naranja. Colócalas en un plato grande, añade las rodajas de aguacate y sazona todo con sal y pimienta.
06 -
Pon encima los gajos de naranja, esparce las avellanas tostadas alrededor y, si los usas, añade los brotes tiernos. Termina con un chorrito de tu mejor aceite y sirve inmediatamente mientras todo está fresco y apetitoso.