
Despierta con un capricho irresistible: pan tipo brioche empapado en una natilla cremosa y cubierto con un caramelo crujiente. Mientras duermes, el pan se baña de sabor para que amanezcas con algo fuera de lo común. Al cortar, la capa dorada de azúcar se rompe y será puro placer.
Cocinando para mi primera Navidad como casada, inventé este platillo para mi familia política. Desde entonces, no dejan de pedirlo y ya es la tradición navideña en mi casa desde hace más de diez años.
Brillantes Ingredientes
- Mantequilla sin sal: Logra una base de caramelo fundido que queda irresistiblemente brillante arriba al darle la vuelta
- Azúcar mascabado: Añade un toque intenso a melaza, mucho mejor que el azúcar blanca sola
- Miel de maíz clara: Sustituye por miel de agave, evita que el caramelo se vuelva arenoso y ayuda a que quede suave
- Huevos grandes: Dan cuerpo y enriquecen la mezcla de natilla
- Leche evaporada y nata líquida (mezcla mitad y mitad): Da una textura de natilla muy equilibrada entre cremosa y ligera
- Extracto de vainilla: Da aroma cálido y ese toque casero usa siempre vainilla auténtica si puedes
- Canela en polvo: Un sabor cálido y suave que no opaca la mezcla central
- Pan de brioche o challah: Estructura perfecta, absorbe la natilla pero no se deshace al hornear
- Azúcar blanca: Es la mágica capa crocante que explota al morder
Geniales Pasos a Seguir
- Termina con el Crème Brûlée:
- Cubre toda la superficie del pan horneado con azúcar blanca, que quede fina y pareja. Usa un soplete de cocina y mueve en círculos a unos 5 cm del pan hasta ver burbujitas y color dorado. Si no tienes soplete, ponlo bajo el grill y vigila bien hasta que caramelice.
- Sírvelo y Disfruta:
- Deja que repose unos 5 minutos tras el caramelo para que endurezca. Parte en porciones, da la vuelta con cuidado al servir para que la capa dulce quede arriba. Se disfruta mejor caliente, puedes decorar a gusto con frutos frescos, azúcar glass o miel de maple.
- Preparar la Base de Caramelo:
- Derrite mantequilla a fuego bajo en un cazo, sin dejar que se queme. Mézclala con azúcar mascabado y miel de agave, removiendo todo el tiempo hasta que se espese y no veas granos. Pasa el caramelo a una fuente para horno bien engrasada y extiende con espátula por el fondo.
- Coloca el Pan:
- Pon las rebanadas gruesas de brioche o challah encima del caramelo. Si sobran huecos, corta pedazos para taparlos. Sólo presiona suavemente para fijar el pan, sin apretar de más para que absorba bien la natilla después.
- Mezcla la Natilla:
- Rompe los huevos y bátelos con ganas hasta que espumen. Vierte la mezcla de leche evaporada y nata mientras sigues mezclando. Añade vainilla, canela y una pizca de sal. Cuando quede todo amarillo clarito y veas puntitos de canela está listo. Mete una cuchara y revisa que la mezcla cubra sin resbalarse al instante.
- Dejar Reposar en Frío:
- Echa la natilla sobre el pan tratando de bañar todas las rebanadas. Usa una espátula para ayudar a que se empape. Cubre la charola con plástico, pegándolo al pan para que no se forme costra. Llévalo al refri mínimo 8 horas, máximo un día, para que quede tipo pudín.
- Hornea Rico:
- Saca la charola unos minutos antes del horno mientras calienta a 175°C. Quita el plástico, hornea sin tapar unos 35-40 minutos. Sabrás que ya está cuando suba bien, tome color dorado y el centro se mueva apenas. Si tienes termómetro, busca unos 70°C en el centro.

El truco para que el caramelo no se ponga feo ni duro es la miel de agave (antes usaba jarabe de maíz pero el de agave es común aquí y funciona igual). Usando sólo un chorrito evitas que el azúcar se apelmace y queda cremosito. Este dato es uno de los secretos de mi abuela desde que apenas aprendía a hornear — y de verdad, marca la diferencia.
El Pan Sí Hace la Diferencia
El resultado depende mucho del pan. Si usas brioche, te queda súper suave y con ese sabor mantequilloso que recuerda a desayuno de café elegante. El challah es más firme y aguanta más tiempo de remojo sin deshacerse. Ambos dan un dulzor natural que resalta el caramelo y la natilla. No uses pan blanco de bolsa porque se desintegra al dejarlo reposar. Mejor pan de un día anterior, porque absorbe natilla sin romperse. Si el pan está muy fresco, tuéstalo antes de armar la charola para secarlo un poco.
Guarda y Calienta Cuando Quieras
Lo mejor es comerlo recién salido del horno, con el topping aún crujiente. Pero si te sobra, mételo al refri un máximo de dos días. Para recalentar, cubre con aluminio y hornea a 150°C unos 15 minutos, hasta que quede tibio por dentro. El caramelo ya no quedará tan duro pero sabe igual de rico. Si es para una sola porción, puedes calentar en sartén a fuego bajito con un poco de mantequilla. No se recomienda congelar porque la natilla pierde la textura rica al descongelarse.
Dale Tu Toque
Puedes adaptar esta delicia según la temporada o tus antojos. Agrégale ralladura de naranja o limón a la natilla para un toque cítrico en primavera o verano. En otoño, pon una pizca de nuez moscada o mezcla de especias para pay de calabaza. Si quieres algo más adulto, cambia una cucharada de vainilla por licor tipo Grand Marnier o un poco de bourbon. Llévalo al siguiente nivel con una capa ligera de chispas de chocolate amargo entre el caramelo y el pan — se derriten y forman una salsa deliciosa durante el horneado.

Vas a dejar a todos con la boca abierta con esta mezcla mágica de tostada francesa y crema catalana. Cada mordida vale absolutamente la pena.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Se puede hacer sin dejarlo toda la noche?
Lo ideal es dejar el pan en remojo toda la noche para que quede bien suave, pero si no tienes tiempo, déjalo al menos dos horas. No queda igual de sabroso, pero sí muy rico.
- → ¿Por qué puedo cambiar la nata ligera (half-and-half)?
Mezcla partes iguales de leche entera y nata si no tienes half-and-half. Si quieres más cremosidad usa sólo nata. Si buscas algo más ligero, la leche sirve, sólo que la textura será menos densa.
- → ¿Cómo caramelizo sin soplete?
Pon la tostada ya horneada debajo del gratinador del horno uno o dos minutos. Vigila bien porque el caramelo se quema muy rápido.
- → ¿Qué pan funciona mejor?
La brioche y la challah son los mejores porque son panes esponjosos y absorben bien la mezcla. Pan francés o pan blanco grueso también pueden servir pero tendrán otro resultado.
- → ¿Puedo hacer una cantidad grande?
¡Claro! Es perfecto para grupos porque se prepara antes. Solo duplica las cantidades y usa dos fuentes si vas a servir a más de ocho.
- → ¿Cómo guardo y recaliento lo que sobra?
Guarda lo que quede tapado en la nevera hasta tres días. Para calentar, pon una porción en microondas por unos 40 segundos o en horno a 160°C alrededor de 10 minutos hasta que esté caliente.