01 -
Enciende tu horno a 170°C. Engrasa un molde redondo desmontable de 20cm y cúbrelo con papel de horno en la base y los lados. Esto facilitará mucho sacarlo después.
02 -
Tritura las galletas hasta convertirlas en migas finas. Usa una procesadora de alimentos o ponlas en una bolsa y aplástalas con un rodillo. Mezcla las migas con la mantequilla derretida y los pistachos picados. Haz una capa uniforme en el fondo del molde preparado y aplánala bien. Déjala a un lado mientras sigues con el relleno.
03 -
En un bol grande, mezcla el queso crema, el azúcar, la maicena, la vainilla y la crema de pistacho hasta que quede suave. Primero añade la mitad de la nata tibia y mezcla bien, luego el resto y bate hasta incorporar completamente. Por último, agrega el chocolate blanco derretido y mezcla hasta que todo esté perfectamente integrado.
04 -
Vierte la mezcla de pistacho sobre la base de galletas y alísala con cuidado. Golpea ligeramente el molde sobre la mesa para sacar burbujas de aire.
05 -
Coloca tu molde dentro de un recipiente más grande, como una bandeja para hornear. Llena esa bandeja con agua hirviendo hasta la mitad de las paredes del molde del cheesecake. Este método ayuda a que el pastel se cocine de manera uniforme y sin grietas.
06 -
Pon el conjunto en el horno y hornea entre 45-55 minutos a 170°C. Sabrás que está listo cuando los bordes estén firmes pero el centro aún tiemble ligeramente, como un flan suave. Si lo horneas demasiado, perderá esa textura cremosa.
07 -
Al apagar el horno, abre un poquito la puerta y deja el cheesecake dentro durante una hora. Este enfriamiento gradual evitará grietas en la superficie. Luego sácalo y deja que termine de enfriarse completamente a temperatura ambiente.
08 -
Cuando esté bien frío, cúbrelo y refrigéralo toda la noche o al menos por 8 horas. Este tiempo es clave para lograr la textura perfecta y dejar que los sabores se intensifiquen.
09 -
El día siguiente, saca el cheesecake del molde con cuidado. Si quieres decorarlo, añade un chorrito de crema de pistacho derretida, algunas cucharadas de nata montada y espolvorea pistachos picados por encima. Corta con un cuchillo limpio y caliente para que las porciones queden perfectas, ¡y disfruta de esta delicia!