01 -
Calienta el horno a 175°C (350°F) para arrancar.
02 -
Coloca los tomatitos cherry distribuidos en una capa uniforme dentro de un molde de tamaño mediano.
03 -
Pon el bloque de queso feta justo en el centro de los tomates.
04 -
Rocía 3 cucharadas de aceite de oliva sobre los tomates y el queso, asegurándote de que estén bien cubiertos.
05 -
Espolvorea la sazón italiana y la sal de manera uniforme sobre los tomates y el queso.
06 -
Termina vertiendo las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva directo sobre el queso feta.
07 -
Mete el molde en el horno precalentado y hornea entre 30-35 minutos, hasta que los tomates estallen y el queso quede suave y ligeramente dorado.
08 -
Saca el molde del horno y mezcla de inmediato los tomates y el queso para formar una salsita cremosa. Hazlo con cuidado y añade la albahaca fresca.
09 -
Agrega la pasta previamente cocida y caliente al molde y revuelve bien hasta que se impregne de la rica salsa de queso y tomate. Sirve calientito y cremoso.