01 -
Coloca los duraznos, el azúcar, el agua y el jugo de limón en tu licuadora o procesador. Licúa hasta que tengas una textura muy suave, sin grumos.
02 -
Vierte la mezcla en un molde de metal (o cualquier envase apto para congelar) que tengas a mano. Si no tienes tapa, cúbrelo con papel de hornear o papel aluminio.
03 -
Ponlo en el congelador durante al menos 4 horas. ¡Esta es la parte más difícil pero vale la pena!
04 -
Saca el sorbete del congelador y deja que repose unos 5 minutos para que esté un poco más suave para servir. Luego, sírvete y disfruta de esta delicia afrutada.