
Los mordiscos de bizcocho estilo churro transforman un simple pastel de ángel comprado en tienda en una delicia que recuerda a esos queridos churros cubiertos de azúcar y canela de las ferias. Este ingenioso truco de postre ofrece todos los sabores dulces y cálidos de los churros tradicionales sin la molestia de freír masa o preocuparse por salpicaduras de aceite caliente. La textura ligera y esponjosa del bizcocho sirve como lienzo perfecto para el recubrimiento rico de azúcar con canela, creando bocaditos que desaparecen casi tan rápido como los preparas.
El fin de semana pasado preparé estos para el brunch de cumpleaños de mi hermana y todos volvían por más. El contraste entre el interior ligero del bizcocho y el exterior ligeramente crujiente y dulce creó el bocadito perfecto que combinaba maravillosamente con nuestro café.
Guía de Ingredientes Sencillos
- Bizcocho de ángel: Da una base ideal ligera y esponjosa para absorber sabores mientras mantiene su estructura durante la fritura. Busca uno que se sienta elástico al presionarlo suavemente y evita los que parezcan secos o duros.
- Aceite de alto punto de humo: Garantiza la temperatura adecuada sin aportar sabores no deseados. El aceite de girasol, vegetal, cacahuete o de coco refinado funcionan perfectamente.
- Azúcar: Crea ese recubrimiento dulce característico que transforma el bizcocho normal en delicias tipo churro. El azúcar blanco común ofrece la textura clásica, aunque el azúcar fino puede dar un recubrimiento aún más delicado.
- Canela molida: Añade esa cualidad aromática y cálida esencial para el auténtico sabor a churro. Elige canela fresca y de calidad para una experiencia de sabor más intensa.
Siempre recomiendo elegir el bizcocho más fresco que puedas encontrar. Cuando vayas de compras, presiona suavemente el bizcocho con el dedo: debería recuperar su forma inmediatamente, lo que indica que está en su punto óptimo. La sección de panadería suele ofrecer mejor calidad que las opciones empaquetadas, aunque ambas funcionarán estupendamente.
Método de Preparación
- Prepara tus ingredientes:
- Corta el bizcocho en cubitos del mismo tamaño para que se frían uniformemente.
- Calienta el aceite:
- Vierte aceite neutro en una sartén honda y caliéntalo a 175°C usando un termómetro de cocina.
- Prepara el rebozado:
- Mezcla azúcar y canela molida en un bol poco profundo, removiendo bien para que se distribuyan por igual.
- Fríe por tandas:
- Coloca con cuidado los cubitos de bizcocho en el aceite caliente, dándoles vuelta suavemente con una espumadera hasta que todos los lados estén dorados.
- Escurre brevemente:
- Saca los trozos fritos con la espumadera, dejando que escurra el exceso de aceite antes de pasarlos a papel absorbente.
- Reboza mientras están calientes:
- Pasa inmediatamente los trozos calientes a la mezcla de azúcar y canela, moviéndolos suavemente para cubrir todas las superficies antes de servir.

Mi abuela siempre insistía en que la calidad de la canela marca toda la diferencia en los dulces. Me di un capricho con canela de Ceylán para estos bocaditos de churro la pasada Navidad, y su sabor complejo y sutil realmente elevó toda la experiencia del postre. Mi marido, que normalmente evita los dulces, se comió casi la mitad de la tanda él solo!
Ideas Perfectas para Servir
Crea una barra de postres con estos bocaditos junto a varias salsas para mojar como ganache de chocolate caliente, dulce de leche o natillas de vainilla. El contraste entre el bizcocho caliente rebozado en canela y las salsas cremosas y frías crea una experiencia de sabor inolvidable para los invitados.
Variaciones Creativas de Sabores
Experimenta con tu mezcla de especias añadiendo cardamomo, nuez moscada o especias para tarta de calabaza junto a la canela tradicional. Considera usar bizcochos de sabores como limón o chocolate como base para experiencias de sabor completamente diferentes.
Técnicas Adecuadas de Conservación
Guarda los bocaditos sobrantes en una sola capa dentro de un recipiente hermético, separando las capas con papel de horno para evitar que se peguen. Evita refrigerarlos ya que las temperaturas frías acelerarán su endurecimiento y comprometerán la delicada textura. Calienta los bocaditos sobrantes en un horno a 160°C durante unos cinco minutos para recuperar algo de su crujiente antes de servirlos de nuevo.

Después de años dando clases de cocina, estoy convencido de que estos bocaditos de bizcocho estilo churro representan uno de los postres más accesibles pero impresionantes disponibles para cocineros caseros. Su simplicidad disfraza su impacto, haciéndolos perfectos tanto para cocineros novatos que buscan confianza como para panaderos experimentados que buscan un éxito garantizado que no exige horas en la cocina.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar duraznos frescos en lugar de congelados?
- Claro, los duraznos frescos funcionan. Si los usas, añade algunos cubitos de hielo al licuado para obtener la consistencia adecuada, o congela los duraznos frescos en rodajas por 30 minutos antes de mezclarlos.
- → ¿Necesito una máquina para hacer helados para este sorbete?
- No, no necesitas máquina. Mezcla todo, pásalo a un recipiente y congélalo. Así de fácil.
- → ¿Cuánto tiempo dura el sorbete en el congelador?
- Tu sorbete puede durar hasta 3 meses si lo guardas en un recipiente hermético o bien cubierto con papel pergamino o papel aluminio.
- → ¿Puedo usar otro endulzante que no sea azúcar blanca?
- Sí, puedes usar miel, jarabe de arce o néctar de agave. Pero recuerda que usar miel hará que el sorbete no sea vegano, y los endulzantes líquidos pueden cambiar ligeramente la textura al congelar.
- → ¿Por qué mi sorbete de durazno se pone muy duro en el congelador?
- Los sorbetes caseros tienden a hacerse más firmes. Déjalo a temperatura ambiente por 5-10 minutos antes de servir. Si prefieres una textura más suave, agrega 1-2 cucharadas de vodka o licor de durazno antes de congelar.