
Convierte tu cocina en una auténtica pizzería con estos bollos de pizza irresistibles que capturan toda la magia de la famosa creación de Little Caesars. Cada bollo doradito esconde una combinación perfecta de queso derretido, salsa sabrosa y tus ingredientes favoritos, todo envuelto en una masa suavecita y esponjosa con bordes crujientes. Estos bocados pequeñitos te dan toda la experiencia de una pizza en solo unos mordiscos celestiales, siendo geniales tanto para cenas familiares como para reuniones elegantes.
Durante muchos fines de semana horneando, estos bollos de pizza se han convertido en el antojo más pedido por mi familia. La alegría de separar el primer bollo, ver cómo se estira el queso y sale el vapor, nunca pasa de moda. Mi cocina se ha vuelto el lugar favorito para reunirse cuando estos están en el horno.
Guía imprescindible de ingredientes
- Masa de pizza (450 gramos): Escoge masa que se sienta viva y elástica al tocarla. La masa fresca debe recuperar su forma cuando la presionas suavemente. Ya sea casera o comprada, asegúrate que esté a temperatura ambiente para trabajarla fácilmente
- Queso mozzarella (2 tazas): Mozzarella de leche entera con poca humedad te dará el mejor derretido. Rállalo tú mismo para que se derrita mejor
- Salsa de tomate (1 taza): Busca una salsa espesa que se pegue a la cuchara. Una salsa aguada puede hacer que tus bollos queden blanditos
- Mantequilla (115 gramos): La mantequilla sin sal te permite controlar mejor el sabor. La mantequilla estilo europeo añade más riqueza
- Ajo fresco (4-5 dientes): Elige dientes firmes y sin manchas para un sabor más intenso
- Queso parmesano (1/4 taza): Parmesano añejo recién rallado aporta un sabor a nuez que los rallados comerciales no tienen
- Condimento italiano (1 cucharada): Una mezcla con orégano, albahaca, tomillo y mejorana realza el auténtico sabor a pizza
- Ingredientes opcionales: Chorizo, champiñones, pimientos o cualquier topping de pizza que te encante
Preparando bollos perfectos
- Preparación de la masa:
- Deja que la masa alcance temperatura ambiente naturalmente. Divídela en 12 porciones iguales usando una báscula. Forma cada porción en bolitas suaves y tensas. Colócalas en moldes de magdalenas bien engrasados.
- Creación de mantequilla de ajo:
- Derrite la mantequilla lentamente para que no se dore. Añade ajo recién picado mientras la mantequilla está caliente. Mezcla con parmesano rallado fino y hierbas secas. Deja que los sabores se mezclen por 5 minutos antes de usar.
- Proceso de levado:
- Cubre las bolitas de masa con un paño de cocina limpio. Colócalas en un lugar sin corrientes de aire a unos 24°C. Deja que doblen su tamaño. Comprueba si están listas con un suave toque de dedo.
- Magia del montaje:
- Crea huecos profundos en la masa ya crecida usando presión suave. Pinta el interior y borde con la mezcla de mantequilla de ajo. Cubre con salsa de tomate, dejando espacio para el queso. Añade buena cantidad de mozzarella rallada.
- Toques finales:
- Espolvorea condimento italiano sobre cada bollo. Añade queso extra alrededor de los bordes para textura crujiente. Coloca los ingredientes con cuidado para que queden bien distribuidos. Rocía con la mantequilla de ajo restante.
Mi combinación favorita incluye ajo extra en la mantequilla y una mezcla de queso mozzarella y provolone. Solo el aroma hace que mi cocina parezca una auténtica pizzería.

Combinaciones perfectas
Convierte estos bollos de pizza en una comida completa sirviéndolos con una ensalada César crujiente con aliño casero. Para reuniones informales, acompáñalos con salsa de tomate o salsa ranch para mojar. También complementan muy bien distintas sopas, haciéndolos perfectos para comidas invernales acogedoras.
Variaciones creativas
Prueba con diferentes combinaciones de quesos como añadir gouda ahumado para darle profundidad o mozzarella fresca de búfala para un sabor italiano auténtico. Crea versiones para desayuno con huevos revueltos y bacon, o prueba variantes dulces con Nocilla y mascarpone. Las posibilidades son infinitas con esta receta tan versátil.
Almacenamiento inteligente
Guarda los bollos ya fríos en un recipiente hermético hasta tres días en la nevera. Recaliéntalos en horno a 180°C durante 7-10 minutos para recuperar su exterior crujiente. Evita el microondas porque puede hacer que la masa se ponga dura. Para conservarlos más tiempo, congela los bollos montados sin hornear y hornéalos directamente congelados, añadiendo 5-7 minutos al tiempo de cocción.

Después de incontables hornadas y pruebas familiares, estos bollos de pizza se han ganado su lugar en nuestra rotación habitual. Representan el equilibrio perfecto entre comida casera reconfortante y un plato impresionante para invitados. La alegría de ver a los invitados dar su primer mordisco, cómo se les iluminan los ojos al ver el queso estirarse, hace que toda la preparación cuidadosa valga la pena. Aunque los ingredientes puedan ser sencillos, es la atención al detalle y el amor por la buena comida lo que transforma estos humildes componentes en algo verdaderamente especial.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar masa de pizza comprada?
- Claro, puedes usar masa de Trader Joe's o los Rolls de Rhodes de la sección congelada como buenas alternativas a la masa casera.
- → ¿Cuánto tiempo debo dejar que la masa suba?
- Deja que las bolitas de masa crezcan en un lugar cálido hasta que doblen su tamaño, lo que normalmente toma cerca de una hora.
- → ¿Puedo hacerlos sin pepperoni?
- Por supuesto, puedes crear una versión vegetariana simplemente quitando el pepperoni o cambiándolo por tus verduras favoritas.
- → ¿Cómo guardo los pizza puffs sobrantes?
- Guarda los pizza puffs fríos en un recipiente hermético en la nevera hasta por 3 días. Caliéntalos en el horno para mejores resultados.
- → ¿Con qué puedo servir los pizza puffs?
- Los pizza puffs van muy bien con aderezo ranch para mojar y son geniales como entradas o botanas para fiestas y reuniones.