
Cuando busco una cena sabrosa y fácil, siempre pienso en este orzo cremoso con pollo y espárragos. Va directo del fuego a la mesa y parece algo digno de restaurante. El pollo tierno, el orzo perfecto y los espárragos crujientes se mezclan en una salsa de parmesano muy sedosa, ¡y todo rapidísimo!
La primera vez que lo preparé fue por accidente, recibiendo visitas que llegaron sin avisar. Eché mano de lo que tenía en casa y salió este plato estrella que ya todos piden entre semana.
Ingredientes deliciosos
- Pechuga de pollo: Córtala en dados chicos. Si encuentras pollo sin hormonas, mejor sabor. Lo absorbe todo y queda bien jugoso.
- Orzo: Esta pasta chiquita tipo arroz cocina rápido y queda cremosa. Que sea de buena calidad para que mantenga su forma.
- Espárragos: Elige manojos con puntas cerradas y tallos duros, así logras buena textura.
- Aceite de oliva: Compra uno extra virgen de calidad para levantar el sazón.
- Ajo: Los dientes frescos dan sabor y aroma que el ajo seco nunca logra.
- Caldo de pollo: Es el truco para que el orzo quede sabroso. Compra el de bajo sodio si quieres cuidar la sal.
- Nata para montar: Le da ese toque suave y cremoso a la salsa. La normal funciona mejor.
- Queso parmesano: Rállalo tú mismo, nada de bolsas, para que se funda perfecto.
- Sal y pimienta: Sacan provecho de todos los sabores.
- Perejil fresco: Da color y un sabor fresco al final, se ve bonito también.
Jugosos pasos fáciles
- Sírvelo:
- Pásalo a tu plato favorito o repártelo en porciones. Ponle otro poquito de parmesano rallado encima y espolvorea perejil si te gusta. ¡Disfruta en caliente!
- Haz la salsa cremosa:
- Baja el fuego cuando el orzo esté casi listo y añade la nata. Remueve despacito unos minutos hasta que la mezcla empiece a espesar. Ve sumando queso parmesano poco a poco y muévelo sin parar para una salsa cremosa de verdad. Incorpora el pollo cocido para que todo se junte y tome sabor. Déjalo que se calienten juntos.
- Saltea los espárragos y el orzo:
- En la misma sartén, pon el ajo picadito y dale un minuto sin que se dore de más. Agrega los espárragos cortados y remueve para que tomen sabor. Saltea unos minutos hasta que se vean verdes vivos y tiernos pero crujientes. Ahora añade el orzo y tuéstalo medio minuto removiendo. Vierte el caldo de pollo, tapa y deja hervir suave. Remueve a ratitos. Cuando el orzo esté tierno y casi sin caldo, está listo.
- Haz el pollo:
- En una sartén grande y caliente con aceite, cocina el pollo en trozos chicos ya sazonados con sal y pimienta. Menea de vez en cuando hasta que se dore bien por fuera pero se mantenga jugoso. Quita del fuego y ponlo aparte cuando no queden partes rosadas.

Te juro que los espárragos son lo máximo en este plato. Una vez los cambié por guisantes congelados y no fue igual. Los espárragos frescos le dan ese crujir y ese punto verde que combina de maravilla con lo cremoso del orzo.
Cómo elegir buen espárrago
El tipo de espárrago hace toda la diferencia. Mejor que no sean súper finos ni muy gruesos, busca tallos medianos, siempre firmes y con las puntas cerraditas. Así te quedan suavecitos y a la vez con presencia. Quítales lo duro, doblando el tallo hasta que solito se parta; esa es la parte fibrosa y dura que nadie quiere en el plato.
Ideas para variar
Puedes adaptar este platillo según lo que tengas a mano. En verano me gusta meterle calabacín o jitomates cherry en vez de espárragos. Si te va lo goloso, espolvorea un poco de bacon crujiente antes de servir. El parmesano es el clásico pero, para cambiar un poco, prueba con queso crema o queso de cabra para un toque diferente. Si buscas algo más ligero, usa menos nata y pon más caldo de pollo.
Guárdalo bien
Este orzo cremoso aguanta perfecto hasta tres días en la nevera si lo guardas tapado. Cuando lo recalientes, échale un chorrito de caldo o nata porque el orzo suelta todo el líquido al guardarlo. Calienta a fuego medio-bajo y da vueltas seguido para que no se pegue. No lo metas al congelador porque la salsa se corta y ya no queda igual. Lo mejor es disfrutarlo lo antes posible, así el sabor se mantiene fresco.
Formas de acompañar
Sirve este plato solo o con cosas sencillas. Me encanta con una ensalada de rúcula aderezada solo con un poco de limón y aceite de oliva para equilibrar lo cremoso. Si tienes un vino blanco seco como Verdejo o Sauvignon Blanc, va genial. Si te apetece algo más contundente, acompaña con pan con ajo para mojar la salsa. Si lo vas a poner en una cena para amigos, usa un bol grande y dale un toque de ralladura de limón y más hierbas frescas.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo poner otra carne o proteína si no quiero pollo?
Claro, si prefieres puedes usar camarones, pavo, o tofu si no quieres carne. Solo cambia los tiempos de cocción según lo que uses.
- → Si no tengo orzo, ¿qué otra pasta queda bien?
No te preocupes, puedes reemplazarlo por pastitas pequeñas como ditalini, cous cous grande, o hasta arroz arborio si te gusta más tipo risotto.
- → ¿Hay forma de prepararlo si no puedo comer lácteos?
Sí, puedes cambiar la crema por leche de coco o crema de anacardos, y un parmesano vegano va perfecto.
- → ¿Cómo limpio y corto fácilmente el espárrago?
Solo agarra el tallo y dóblalo, verás que solito truena y la parte de abajo que se corta es la dura que no vas a usar.
- → ¿Se puede preparar todo con anticipación?
Sí, lo puedes dejar listo antes y luego solo calientas. Es bueno agregar un poco de caldo o crema al recalentarlo para que siga cremoso.
- → ¿Le puedo poner más verduras?
¡Por supuesto! Prueba también con champiñones, espinaca, o chícharos. Quedan increíbles con la salsa cremosa.