01 -
Corta el pollo en trozos de 2,5 cm, espolvorea sal y pimienta por encima, y déjalo a un lado.
02 -
En un recipiente pequeño, mezcla el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el tomillo, el romero, el pimentón y el chile en polvo. Guarda la mitad de esta mezcla y utiliza la otra mitad para sazonar el pollo.
03 -
Vierte ½ cucharada de aceite de oliva sobre el pollo, asegurándote de que quede bien cubierto.
04 -
Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en un sartén grande de 30 cm a fuego medio-alto. Cocina el pollo por 6 a 8 minutos, girándolo de vez en cuando, hasta que se dore y esté completamente cocido.
05 -
Coloca el pollo en un plato, cúbrelo y déjalo aparte.
06 -
Regresa el sartén al fuego y añade el resto del aceite de oliva. Echa la cebolla y sofríe durante 2 minutos. Luego, agrega el brócoli, el calabacín y los pimientos. Si es necesario, añade un poco más de aceite. Sazona con la mezcla de especias restante, sal y pimienta, y cocina durante 4 a 6 minutos removiendo de vez en cuando, hasta que estén tiernas pero firmes.
07 -
Vierte el caldo de pollo y remueve para combinar bien todo.
08 -
Devuelve el pollo y los jugos que soltó al sartén. Remueve todos los ingredientes juntos y calienta durante un minuto más.
09 -
Apaga el fuego, prueba el sazón y ajusta si es necesario.
10 -
Decora con perejil fresco y sirve caliente.