
Los lamingtons de frambuesa transforman el adorado postre australiano en algo verdaderamente espectacular con su intenso color rosa y su fresco sabor afrutado. Estos antojitos deliciosos tienen cuadraditos de bizcocho esponjoso envueltos en un jugoso baño de frambuesa que logra el equilibrio perfecto entre dulzura y ligera acidez. Cada porción va cubierta generosamente con coco rallado fino que aporta una textura maravillosa y un toque tropical sutil que acompaña de maravilla el sabor a bayas. El impresionante contraste visual entre el interior rosado y el exterior blanco como la nieve crea un bocado irresistible que es un festín tanto para los ojos como para el paladar. Ideales para la merienda, celebraciones especiales o cuando te apetezca algo único y sabroso.
Los hice por primera vez en la merienda de cumpleaños de mi hija la primavera pasada, y desde entonces se han convertido en nuestro postre más solicitado. Mi madre, que creció en Australia y se considera purista de los lamingtons, al principio levantó una ceja ante esta variante de frambuesa pero acabó llevándose tres envueltos en una servilleta. Incluso mi marido, que normalmente evita cualquier cosa con coco, se sirvió un segundo cuando pensaba que nadie lo miraba.
Selección de ingredientes de calidad
- Huevos: Los huevos frescos a temperatura ambiente crean más volumen al batirlos, resultando en un bizcocho más ligero y esponjoso. Sácalos del frigorífico por lo menos 30 minutos antes de hornear.
- Harina pastelera: Esta harina baja en proteínas crea una miga más delicada que la harina normal. Si no la encuentras, puedes sustituirla quitando dos cucharadas de cada taza de harina normal y añadiendo maicena.
- Frambuesas: Las frescas dan el sabor más intenso, pero las congeladas funcionan perfectamente si las descongelas bien. Busca bayas de color profundo sin manchas blancas para lograr el baño más vibrante.
- Coco rallado fino: Este coco seco finamente rallado crea la cobertura característica. El coco rallado normal puede triturarse en un procesador para conseguir una textura similar si es necesario.
- Gelatina: La gelatina en polvo sin sabor estabiliza el baño, evitando que empape completamente el bizcocho o quede demasiado líquido. Es clave para la consistencia perfecta.
Pasos para una preparación impecable
- Creación de un bizcocho ultraligero:
- Empieza con la base de unos lamingtons perfectos creando un bizcocho excepcionalmente ligero. La clave está en batir bien los huevos hasta que alcancen su máximo volumen. Coloca los huevos a temperatura ambiente en el bol de una batidora con el accesorio de varillas, batiendo a velocidad media-alta durante cinco minutos completos hasta que se transformen en una mezcla espumosa amarillo pálido que haya triplicado su volumen. Añade el azúcar gradualmente mientras sigues batiendo, creando una consistencia espesa, como de cinta, que cae sobre sí misma en pliegues lentos cuando la levantas. Este batido prolongado incorpora el aire crucial que crea la delicada estructura del bizcocho. Incorpora con cuidado los ingredientes secos tamizados usando una espátula ancha, manteniendo tanto volumen como sea posible. La mezcla de leche tibia debe incorporarse al final, justo hasta que se integre, preservando la textura aireada que hace que este bizcocho absorba el baño perfectamente.
- Desarrollo del vibrante baño de frambuesa:
- Crea un baño intensamente saborizado y vívidamente coloreado hirviendo a fuego lento frambuesas frescas o descongeladas con agua hasta que se deshagan por completo, liberando su brillante sabor y color. Pasa esta mezcla por un colador fino, usando el dorso de una cuchara para extraer el máximo líquido dejando atrás todas las semillas. Este paso asegura un baño perfectamente suave sin texturas distractoras. Devuelve este líquido vibrante a fuego bajo, batiendo el azúcar glas hasta que se disuelva completamente. La adición crítica de gelatina hidratada proporciona estructura que permite que el baño se adhiera maravillosamente a los cuadrados de bizcocho sin hacer que se empapen. Deja que esta mezcla se enfríe hasta que espese ligeramente pero siga siendo lo suficientemente fluida para cubrir los trozos de bizcocho uniformemente. Esta consistencia es crucial para lograr la capa perfecta que cuaja bellamente bajo la cobertura de coco.
- Técnica estratégica de montaje:
- Transforma tu preparación en una eficiente línea de montaje para obtener mejores resultados. Comienza cortando el bizcocho enfriado en cuadrados uniformes de cinco centímetros, recortando los bordes más oscuros para lograr una apariencia y textura consistentes. Coloca estos cuadrados en el congelador durante veinte minutos, endureciéndolos para minimizar que se desmoronen durante el proceso de glaseado. Trabajando con pequeños lotes de 3-4 piezas a la vez, usa un tenedor insertado en la parte inferior de cada cuadrado de bizcocho para sumergirlo y cubrirlo con el baño de frambuesa. Deja que el exceso gotee de vuelta al bol antes de transferirlo inmediatamente a un plato con coco rallado fino. Usa un tenedor o cuchara separados para rociar coco sobre todos los lados hasta que esté completamente cubierto, luego transfiere a una rejilla para que cuaje. Este enfoque metódico mantiene tus manos limpias mientras asegura un recubrimiento uniforme en cada pieza.
- Condiciones perfectas de cuajado:
- Deja que los lamingtons terminados reposen en un lugar fresco durante al menos treinta minutos antes de servir, dando tiempo al baño para cuajar completamente y a los sabores para mezclarse. Para resultados verdaderamente excepcionales, colócalos en una sola capa en un recipiente hermético y refrigera durante toda la noche. Este período de reposo permite que la humedad del baño penetre más completamente en el bizcocho, creando una textura aún más armoniosa. Antes de servir, deja que alcancen la temperatura ambiente durante unos veinte minutos, lo que mejora tanto el sabor como la textura. El contraste entre el exterior de coco ligeramente masticable y el interior del bizcocho, tierno e impregnado de sabor, se vuelve aún más pronunciado después de este período de reposo.

Mi abuela me enseñó que el secreto de los lamingtons perfectos está en la paciencia durante el proceso de cobertura. Cuando los intenté por primera vez siendo adolescente, me apresuré bañando todos los cuadrados de bizcocho a la vez, resultando en un desastre pegajoso con piezas cubiertas de manera desigual. Ella me mostró cómo trabajar con solo unas pocas piezas a la vez y usar dos tenedores crea golosinas hermosas y uniformemente cubiertas. Este enfoque metódico transformó mis resultados de apariencia casera a calidad de pastelería.

Secretos de conservación
Conserva la frescura guardando los lamingtons en una sola capa en un recipiente hermético en la nevera hasta tres días. La textura en realidad mejora durante la noche cuando el bizcocho absorbe más sabor del baño. Para conservación más larga, coloca los lamingtons completamente cuajados en una bandeja forrada con papel vegetal y congela hasta que estén sólidos, luego transfiérelos a bolsas de congelador con papel vegetal entre las capas. Los lamingtons congelados mantienen su calidad hasta tres meses y pueden descongelarse a temperatura ambiente durante 30-40 minutos antes de servir. Si los preparas con antelación para una fiesta, hazlos un día antes y guárdalos en la nevera para un desarrollo óptimo de textura y sabor.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué debo calentar los huevos para esta receta?
- Calentar los huevos (aún en su cáscara) ayuda a que se batan con más volumen al mezclarse con azúcar. Esto es clave para conseguir la textura esponjosa y ligera del bizcocho, que hace especiales a los Lamingtons de Frambuesa. Los huevos a temperatura ambiente o tibios pueden incorporar hasta tres veces más aire que los fríos, dando como resultado un bizcocho más suave.
- → ¿Puedo usar frambuesas frescas en lugar de congeladas?
- ¡Claro que sí! Aunque la receta menciona frambuesas congeladas, puedes usar la misma cantidad de frescas. Las frambuesas frescas probablemente necesitarán menos tiempo de cocción (unos 3-5 minutos), ya que se deshacen más rápido. Solo asegúrate de colar bien la mezcla para eliminar todas las semillas y conseguir un glaseado suave.
- → ¿Por qué mi glaseado de frambuesa se ve más morado que rosado?
- Al añadir azúcar glas al jarabe de frambuesa, el color tiende a volverse morado de forma natural. Por eso la receta sugiere colorante alimentario rojo opcional: para recuperar ese tono vibrante de frambuesa. Si prefieres evitar colorantes, el glaseado morado tendrá el mismo sabor y es un tono natural para los postres de frambuesa.
- → ¿Por qué debo congelar los cubos de bizcocho antes de cubrirlos?
- Congelar los cubos de bizcocho unos 30 minutos los endurece, facilitando su manipulación mientras los cubres. Los bizcochos esponjosos son delicados, y sin este paso se desmoronarían al sumergirlos en el glaseado. Además, la textura firme permite que el glaseado se adhiera uniformemente, logrando un acabado superior.
- → ¿Cómo debo guardar los Lamingtons de Frambuesa y cuánto duran?
- Guarda tus Lamingtons en un recipiente hermético dentro del refrigerador hasta por 3 o 4 días. Colócalos en una sola capa o separa capas con papel encerado para evitar que se peguen. Sírvelos a temperatura ambiente por unos 15-20 minutos para disfrutar mejor su textura y sabor. También puedes congelarlos hasta un mes; descongélalos en el refrigerador durante la noche antes de comerlos.