
Transformar el famoso croissant de almendra en cuadraditos fáciles de llevar y morder es una genialidad que resuelve el antojo sin necesidad de hacer masas complicadas. Aquí, mezclamos una base tipo blondie súper jugosa con una cremosa frangipane, y así cada trozo te recuerda a ese olor y sabor tan especial de la bollería francesa.
Todo empezó cuando quise llevar croissants de almendra a un brunch, pero no tenía tiempo para el show de amasado y reposos. Desde entonces, estos blondies son mi postre estrella cuando quedo con amigos.
Tentadores ingredientes
- Mantequilla: A temperatura ambiente, da ese punto cremoso esencial para la frangipane
- Azúcar blanca: No solo endulza, es clave para darle aire y textura
- Harina de almendra: La que ya viene pelada y súper fina va fenomenal para el sabor puro y una miga fina
- Harina normal: Así logras que la frangipane no se desmorone al hornear
- Sal: Potencia todos los matices y resalta la almendra
- Huevo: Da unión y esa jugosidad que apetece
- Pasta de vainilla: Le da ese toque aromático e intensifica el sabor, con las motitas negras que se ven geniales
- Extracto de almendra: Para ese acabado tipo pastelería, aprovecha que en España o México se consigue fácil
- Azúcar moreno: Más humedad y un rollito caramelizado para la masa
- Yema: La clave para ese bocado firme pero masticable
- Extracto de vainilla: Equilibra los sabores y suma el toque cálido clásico
- Almendra laminada: Es el toque final típico que no puede faltar arriba
- Azúcar crujiente (tipo azúcar moreno grueso): Perfecto para añadir textura y ese dorado especial
- Azúcar glas: El toque visual final, como en pastelería
Guía fácil paso a paso
- Arranca con la frangipane:
- Empieza batiendo la mantequilla blandita con el azúcar blanca. Dedícale 3 minutos, hasta que esté muy cremosa y blanquita. Así le das aire y consigues una textura ligera y esponjosa.
- Mete los ingredientes líquidos:
- Añade el huevo y los extractos de vainilla y almendra, mezclando hasta que no veas vetas. Si ves que parece que se ha cortado un poco, no te preocupes, todo bien.
- Integra los secos:
- Mezcla las harinas y la sal y añádelas poco a poco a la mezcla de mantequilla. Hazlo suave, solo hasta que no se noten manchas secas. No remuevas de más para que no se ponga dura luego.
- Sigue con la masa blondie:
- Bate mantequilla con azúcar moreno hasta conseguir una mezcla clarita y esponjosa, unos 3 minutos como antes.
- Añade huevo y saborizantes:
- Pon el huevo, la yema y los extractos. Mezcla bien para que quede todo bien integrado, sin separaciones.
- Incorpora los sólidos:
- Junta las harinas y la pizca de sal. Mézclalo con la parte húmeda de golpe, solo lo necesario para que quede todo mojado, sin pasarte mezclando.
- Monta las capas:
- Calienta el horno a 180 °C y forra tu molde. Echa la mayor parte de la masa blondie, encima una capa de frangipane, y cubre con el resto de blondie. Lo bonito es que queden rayas y se mezclen un poco al hornear.
- Cubre con almendras:
- Pon un buen puñado de almendras laminadas por encima. Espolvorea el azúcar grueso, presiona suave y vuelve a colocar más almendra si quieres. Así logras el toque crocante típico del croissant.
- Al horno:
- Hornea entre 30 y 35 minutos. Busca que el centro esté aún un poquito jugoso y la parte de arriba bien dorada. El aroma y color dorado avisan que están en su punto.
- Deja enfriar y termina:
- Saca del horno, deja enfriar en el molde y luego pásalo a una rejilla. Aguanta la tentación de cortarlos en caliente. Antes de servir, espolvoréalos con azúcar glas y ya tienes el toque de pastelería top.

Mi abuela siempre decía que un buen postre de almendra se reconoce antes por el olor que por el primer bocado. Cada vez que saco estos blondies del horno, la cocina huele igual que los domingos en su casa. Sin duda, la frangipane es el truco que los hace realmente especiales y recuerda mucho al bollo francés clásico.
El truco para la textura ideal
Lograr la mejor textura depende de cómo esté la mantequilla y cómo la batas. Tiene que estar blandita, pero no derretida. Cuando batas la mantequilla con el azúcar, tómate tu tiempo para que quede más pálida y muy aireada. Así después el blondie sale suave por dentro y con la miga perfecta.
Cómo adelantar y guardar
Estos blondies van genial para dejar hechos con tiempo. Puedes avanzar la frangipane y guardarla en la nevera una semana. Si la congelas, te dura hasta dos meses. Eso sí, sáquela antes y espera a que tome temperatura ambiente para usarla. El dulce completo queda aún mejor de un día para otro porque se asienta el sabor y la textura. Si lo guardas en caja hermética a temperatura ambiente, está bien cuatro días. En la nevera aguanta fresco una semana. Y si prefieres, puedes congelar bien envueltos hasta tres meses sin problemas.
Ideas para cambiar
Aunque aquí el sabor clásico de croissant de almendra es el protagonista, es fácil jugar. Prueba añadiendo una capa de mermelada de frambuesa entre la base y la frangipane para un toque fresco. Si eres fan del chocolate, mete media taza de chips de chocolate en la masa o derrite chocolate por encima al final. Para un sabor más sofisticado, agrega una pizca pequeña de cardamomo a la frangipane. Todas estas opciones conservan el espíritu original pero varían la experiencia.

Estos blondies de croissant de almendra son para repetir siempre. Se hacen fácil, salen de lujazo y todos van a querer la receta.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo preparar el frangipane antes?
Claro, si lo haces antes te ahorras tiempo. Guarda el frangipane en un recipiente bien cerrado en la heladera, y aguanta hasta una semana. Si querés conservarlo más tiempo, podés congelarlo por hasta dos meses y después dejarlo una noche en la heladera para que se descongele antes de usarlo en los blondies.
- → ¿Con qué puedo reemplazar la harina de almendras?
Si no tenés harina de almendras, simplemente triturá almendras peladas en el procesador hasta que quede bien finita. Los alérgicos a los frutos secos pueden usar harina de semillas de girasol, pero cambia un poco el sabor.
- → ¿Cómo veo que los blondies ya están listos?
Cuando la superficie está dorada y al pinchar un palillo sale casi limpio (si se pega un poquito, está bien), ya podés sacarlos. No los hornees de más porque se secan. El centro puede parecer un poco crudo, pero al enfriarse termina de asentarse.
- → ¿Le puedo agregar chocolate?
¡Obvio! El chocolate blanco en trozos queda genial con el gusto a almendra. Sumá media taza a la mezcla y listo. Si te gusta más el chocolate con leche o amargo, también van bien y cambian el sabor.
- → ¿Cómo los guardo?
Dejalos en un tupper cerrado a temperatura ambiente tres días, o en la heladera hasta una semana. Si preferís, también van bien en el freezer por tres meses. Si los vas a congelar, envolvé cada porción en film y ponelas todas juntas en una bolsa para freezer.
- → ¿Por qué la masa está tan espesa?
Es normal que la masa de blondies sea bastante densa porque lleva mucha harina y poca parte líquida. Así quedan bien chewy y combinan con lo cremoso del frangipane. Si es muy difícil de esparcir, podés calentar la espátula con agua caliente (y secarla antes) para hacer el trabajo más fácil.