
Esta deliciosa Tarta de Queso con Melocotón combina lo mejor de dos postres clásicos en un solo manjar espectacular. La cremosa tarta de queso con vainilla esconde una capa secreta de melocotones asados jugosos y streusel de canela en su interior, creando un postre que celebra la mejor fruta del verano de la manera más exquisita posible.
Creé esta tarta por primera vez para una reunión del Día de la Hispanidad cuando tenía muchos melocotones maduros. La mezcla de tarta de queso cremosa con melocotones especiados con canela gustó tanto que ahora mi familia me la pide en cada celebración veraniega.
Ingredientes Esenciales
- Galletas digestivas: para una base mantecosa perfecta que complementa el relleno cremoso sin competir con el sabor del melocotón
- Queso crema entero: garantiza la textura más rica posible. La marca Philadelphia da los resultados más consistentes
- Melocotones frescos: deben estar maduros pero firmes. Busca los que ceden ligeramente a la presión y tienen un aroma dulce
- Canela: aporta ese calor clásico del crumble. La canela de Ceilán ofrece un sabor más delicado si está disponible
- Nata agria: crea ese toque ácido de calidad profesional y ayuda a lograr la textura cremosa perfecta
- Mantequilla: debe ser mantequilla de verdad, no margarina, para el mejor sabor en el streusel
Instrucciones Paso a Paso
- Asar los Melocotones:
- Empieza precalentando el horno a 200°C. Corta cuatro melocotones maduros en gajos uniformes de aproximadamente un centímetro. Mézclalos suavemente con azúcar, canela y nuez moscada hasta que queden bien cubiertos. Déjalos reposar unos 10 minutos para que suelten sus jugos naturales. Extiéndelos en una sola capa sobre una bandeja forrada con papel de horno, asegurándote de verter por encima cualquier jugo acumulado. Ásalos entre 7 y 15 minutos hasta que se ablanden ligeramente pero mantengan su forma. Los bordes deben caramelizarse un poco.
- Preparar la Base:
- Baja la temperatura del horno a 180°C. Mezcla las migas de galleta, la mantequilla derretida y el azúcar en un bol hasta que la mezcla parezca arena mojada. Presiona esta mezcla firmemente en el fondo y subiendo unos 2 centímetros por los lados del molde desmontable, usando la base plana de un vaso para compactar uniformemente. Hornea exactamente 10 minutos hasta que huela fragante y empiece a endurecerse. Este pre-horneado asegura que tu base se mantenga crujiente bajo el relleno.
- Hacer el Streusel:
- Este componente aporta el elemento crumble a tu tarta. Derrite la mantequilla en un bol y añade el azúcar moreno, harina, canela y sal hasta conseguir una textura desmenuzable que se mantenga unida al apretarla. Extiende esta mezcla en una bandeja forrada con papel de horno y hornea durante 8 minutos hasta que empiece a dorarse. Este pre-horneado asegura que el streusel mantenga su textura cuando se añada a la tarta.
- Crear el Relleno de Queso:
- Usar ingredientes a temperatura ambiente es absolutamente crucial para una textura suave. Bate el queso crema a velocidad media-alta hasta que quede completamente suave sin grumos—unos 2 minutos. Añade el azúcar y sigue batiendo hasta que esté bien incorporado y ligeramente esponjoso. Añade los huevos uno a uno mezclando a velocidad baja justo hasta que cada uno se integre en la mezcla. Batir demasiado en esta etapa introduce burbujas de aire que pueden causar grietas. Incorpora la nata agria y la vainilla justo hasta que se mezclen.
- Montar y Hornear:
- Vierte la mitad de tu sedosa mezcla de queso sobre la base enfriada creando una capa uniforme. Coloca los melocotones asados en una sola capa sobre la mezcla y espolvorea con aproximadamente un tercio del streusel. Vierte con cuidado el resto de la mezcla por encima asegurando una cobertura completa. Prepara un baño maría colocando el molde desmontable dentro de otro molde más grande que luego va en una bandeja con agua hirviendo. Este método de doble barrera evita que el agua se filtre en tu base. Hornea aproximadamente 90 minutos hasta que los bordes estén cuajados pero el centro todavía tenga un ligero temblor.
- Proceso de Enfriamiento:
- Una vez horneada, apaga el horno, entreabre la puerta y deja que la tarta se enfríe gradualmente durante una hora. Este enfriamiento lento evita el cambio drástico de temperatura que puede causar grietas. Después de reposar en el horno, saca la tarta y déjala enfriar completamente a temperatura ambiente antes de refrigerar durante al menos 6 horas o toda la noche. La paciencia durante este paso se ve recompensada con una textura perfecta.

Mi componente favorito de este postre es el contraste entre el streusel especiado cálido y la tarta de queso fría y cremosa. Mi abuela me enseñó que la canela y los melocotones están hechos el uno para el otro, y esta receta honra su sabiduría de la manera más deliciosa posible. La primera vez que serví esto en una reunión familiar, mi suegro, normalmente serio, pidió una segunda porción, lo que en nuestra casa es el mayor cumplido posible.
Consejos de Conservación
Esta tarta de queso en realidad mejora después de un día en la nevera, ya que los sabores tienen tiempo de mezclarse. Puedes preparar la parte de la tarta hasta tres días antes, manteniéndola bien envuelta en la nevera. Recomiendo preparar la cobertura de melocotón el día que planees servirla para obtener el sabor y aspecto más frescos.
Una vez cortada, las sobras se conservan de 4 a 6 días en un recipiente hermético en la nevera. La textura es mejor cuando se deja a temperatura ambiente unos 20 minutos antes de servir, lo que elimina el frío y permite que brille la textura cremosa.
Adaptaciones Según Temporada
Cuando no hay melocotones frescos, la variante con melocotones congelados funciona de maravilla. La clave es cocinarlos con un toque de zumo de limón que aviva su sabor después de congelarlos. También puedes sustituir por nectarinas en cantidades iguales o incluso probar una combinación de melocotones y frutos rojos para darle un giro diferente.
En otoño considera añadir un toque de jengibre a la mezcla de especias para una nota cálida. Durante los meses de invierno, un chorrito de bourbon en la mezcla de melocotón añade una profundidad sofisticada que combina maravillosamente con la base cremosa de la tarta.
Sugerencias para Servir
Para una presentación extra especial, rocía cada porción con una cucharada de salsa de caramelo caliente justo antes de servir. Una cucharada de nata montada ligeramente endulzada al lado proporciona un maravilloso contraste de texturas con la densa tarta de queso.
Este postre combina perfectamente con vinos de postre como el Sauternes o el Moscato d'Asti. Para un acompañamiento sin alcohol, sírvelo con una taza de té de vainilla o un té helado infusionado con melocotón en los meses de verano.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo evito que el cheesecake se agriete?
Un baño de agua y usar ingredientes a temperatura ambiente ayudan a evitar grietas. Nunca sobrecocines y permite que enfríe poco a poco en el horno.
- → ¿Puedo usar duraznos congelados en lugar de frescos?
Sí, es posible usar duraznos congelados. Cocínalos como se indica en las notas para lograr su mejor textura y sabor.
- → ¿Cómo guardo el cheesecake que sobra?
Guarda los restos en un recipiente hermético en el refrigerador por 4-6 días. Mantenlo frío para conservar su textura.
- → ¿Para qué sirve el baño de agua?
El baño de agua regula la temperatura, evitando grietas y logrando una textura suave y cremosa.
- → ¿Puedo preparar el cheesecake con antelación?
Sí, se puede hacer hasta dos días antes. Guárdalo en el refrigerador y añade los duraznos frescos asados justo antes de servir.
- → ¿Por qué es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente?
Ingredientes a temperatura ambiente se integran mejor, creando una masa de cheesecake suave y sin grumos.