
Este delicioso pastel de queso con rollos de canela combina dos postres favoritos en uno espectacular que hará que tus papilas gustativas bailen de alegría. La armoniosa mezcla de sabores cálidos de canela con cremoso queso crea un postre irresistible que se siente familiar y emocionantemente nuevo a la vez.
Creé esta maravilla por primera vez para el cumpleaños de mi hermana y se ha convertido en el postre más solicitado de nuestra familia. Incluso mi padre, que dice no gustarle el pastel de queso, ha sido pillado robando segundas porciones cuando cree que nadie lo mira.
Ingredientes esenciales para el Pastel de Queso con Rollos de Canela
- Galletas María molidas: Forman la base mantecosa que complementa los sabores de canela y queso crema.
- Azúcar (para la base): Equilibra el ligero sabor salado de las galletas y ayuda a unir la masa.
- Mantequilla derretida (para la base): Da esa textura perfecta que aguanta bien el relleno.
- Mantequilla sin sal (para la capa de canela): Aporta riqueza y te permite controlar la cantidad de sal.
- Azúcar moreno (para la capa de canela): Añade notas profundas que crean el auténtico sabor de rollo de canela.
- Canela molida (para la capa de canela): Debe ser fresca y aromática para el mejor impacto de sabor.
- Queso crema (para el relleno): Debe ser entero y completamente ablandado para lograr una textura sedosa.
- Azúcar (para el relleno): Equilibra la acidez del queso crema.
- Huevos: Dan estructura mientras mantienen la cremosidad en la capa de pastel de queso.
- Extracto de vainilla (para el relleno): Realza todos los demás sabores con profundidad cálida y aromática.
- Nata agria: Añade humedad y evita una textura densa en el pastel de queso.
- Azúcar moreno (para el remolino): Crea notas de caramelo por todo el relleno.
- Canela molida (para el remolino): Debe ser de la misma calidad usada antes para un sabor consistente.
- Queso crema (para el glaseado): Proporciona ese dulzor ácido característico.
- Mantequilla sin sal (para el glaseado): Añade riqueza y untabilidad.
- Azúcar glas: Crea un dulzor suave sin asperezas.
- Extracto de vainilla (para el glaseado): Completa los sabores de la cobertura.
- Leche: Ayuda a conseguir tu consistencia preferida para untar o chorrear.
Instrucciones paso a paso
- Prepara la base:
- Comienza precalentando tu horno a 325°F (160°C) y engrasando bien tu molde desmontable. Mezcla las galletas María molidas con azúcar hasta combinar uniformemente, luego vierte la mantequilla derretida. La mezcla debe parecer arena húmeda y mantenerse junta al presionarla entre tus dedos. Presiona esta mezcla firmemente en el fondo del molde usando la base plana de una taza medidora para lograr una capa uniforme. Hornea durante 10 minutos exactos hasta que apenas empiece a dorarse en los bordes.
- Crea la capa de canela:
- Mientras la base se enfría un poco, mezcla la mantequilla ablandada con azúcar moreno y canela hasta que quede completamente suave sin grumos de azúcar visibles. Esta mezcla debe tener consistencia de pasta espesa. Usando una espátula, extiende esta mezcla de canela en una capa uniforme sobre la base aún tibia. El calor ayudará a que se extienda más fácilmente, pero espera hasta que la base se haya enfriado lo suficiente para que no derrita la mantequilla por completo.
- Mezcla el relleno de queso:
- En tu bol más grande, bate el queso crema a velocidad media durante al menos 3 minutos hasta que quede completamente suave y sin grumos. Este paso es crucial para una textura perfecta. Añade gradualmente el azúcar mientras sigues mezclando. Agrega los huevos uno a uno, permitiendo que cada uno se incorpore por completo antes de añadir el siguiente. Incorpora la vainilla y la nata agria con movimientos suaves hasta que apenas se combinen. La mezcla debe quedar sedosa y vertible.
- Crea el efecto de capas:
- Vierte la mitad de tu mezcla de pastel de queso sobre la capa de canela, extendiéndola suavemente hacia los bordes. Espolvorea la mitad de tu mezcla de azúcar y canela uniformemente por toda la superficie. Ahora añade cuidadosamente el resto de la mezcla de pastel de queso, alisando la parte superior con tu espátula. Termina espolvoreando el resto de la mezcla de azúcar y canela en un patrón atractivo por encima.
- Hornea a la perfección:
- Coloca tu molde desmontable sobre una bandeja para hornear para atrapar posibles goteos. Hornea a 160°C durante aproximadamente 60 minutos o hasta que los bordes estén firmes pero el centro todavía tiemble ligeramente cuando se agita con suavidad. El proceso de enfriamiento lento es esencial para prevenir grietas. Apaga el horno, deja la puerta entreabierta y deja que el pastel de queso se enfríe gradualmente durante una hora antes de sacarlo.
- Termina y decora:
- Después de enfriar a temperatura ambiente, refrigera el pastel de queso durante al menos 4 horas o preferiblemente toda la noche. Justo antes de servir, prepara tu glaseado de queso crema batiendo juntos el queso crema y la mantequilla hasta que queden increíblemente ligeros y esponjosos. Añade gradualmente el azúcar glas y la vainilla hasta que quede suave. Añade leche solo si es necesario para poder untarlo. Retira el pastel de queso del molde desmontable y extiende el glaseado en remolinos decorativos por la parte superior.

La capa de rollo de canela es lo que hace este pastel verdaderamente especial. Mi abuela era famosa por sus rollos de canela caseros, y esta receta nació de mi deseo de honrar su legado mientras creaba algo únicamente mío. La primera vez que lo serví en nuestra reunión familiar, mi tío declaró que podría ser incluso mejor que los rollos originales, lo cual es el mayor elogio imaginable en nuestra familia.
Cómo evitar grietas en el pastel de queso
Se suelen recomendar baños maría para hornear pasteles de queso, pero esta receta usa un enfoque diferente. El proceso de enfriamiento gradual dentro del horno evita cambios drásticos de temperatura que causan grietas. Si notas pequeñas grietas formándose durante el horneado, evita la tentación de abrir la puerta del horno. Cualquier pequeña imperfección quedará cubierta con el lujoso glaseado de queso crema de todos modos.
Consejos para preparar con anticipación y almacenar
Este pastel de queso realmente mejora con el tiempo mientras los sabores se mezclan en el refrigerador. Hazlo hasta tres días antes de servir para mejores resultados. Guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 5 días. Para almacenamiento más largo, congela porciones individuales envueltas firmemente en papel film y luego papel aluminio. Descongela durante la noche en el refrigerador antes de servir.
Sugerencias para servir
Para una presentación elegante, espolvorea el pastel servido con un poco de canela extra. Una cucharada de nata montada ligeramente endulzada y frutas frescas añaden un bonito contraste de color y cortan la riqueza. Para el máximo placer, vierte salsa de caramelo caliente sobre las porciones individuales justo antes de servir. Café, chocolate caliente o una copa de vino de postre son acompañamientos perfectos.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué hace especial a este cheesecake?
Une el toque acogedor de los rollos de canela con la consistencia cremosa del cheesecake para crear una experiencia dulce única.
- → ¿Cómo puedo personalizar la base?
Puedes cambiar la base de galletas de mantequilla por galletas digestivas, de jengibre o incluso galletas de chocolate para darle un giro original.
- → ¿Hay ingredientes que pueda sustituir?
El sour cream puede reemplazarse con yogur griego natural o crème fraîche para un toque más ácido. ¡Prueba tus combinaciones favoritas!
- → ¿Cómo conservo el cheesecake?
Guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 5 días, o congélalo bien envuelto hasta por 1 mes.
- → ¿Con qué combina bien este postre?
Va genial con café, chocolate caliente o helado de vainilla. También puedes acompañarlo con frutas frescas o nueces especiadas.