
Este gratinado de gambas al ajillo combina la elegancia francesa con el placer reconfortante, creando un plato sofisticado y profundamente satisfactorio. La mezcla de gambas tiernas envueltas en una salsa cremosa con infusión de ajo, coronada con una cobertura dorada y crujiente, hace que este plato sea verdaderamente único. Es una receta que parece elaborada pero que en realidad es bastante sencilla de dominar.
Descubrí esta receta durante mi exploración de gratinados franceses y desde entonces la he adaptado muchísimas veces. El gran hallazgo fue darme cuenta de que cocinar las gambas brevemente antes asegura que queden tiernas en el plato final.
Guía imprescindible de ingredientes
- Gambas: Elige tamaño mediano a grande (16-20 unidades), frescas o bien descongeladas.
- Ajo: Solo dientes frescos; el ajo picado envasado no dará la misma profundidad.
- Nata para cocinar: La de contenido graso completo es fundamental para la consistencia adecuada.
- Queso fresco: El queso fresco de leche entera se derrite maravillosamente.
- Queso manchego: Recién rallado proporciona mejor textura y sabor.
- Pan rallado estilo japonés: Crea una cobertura más ligera y crujiente que el pan rallado normal.
- Perejil fresco: Añade frescura al plato intenso.
Instrucciones detalladas de cocina
- Paso 1: Preparando tu base
- Calienta el horno a exactamente 190°C. Unta generosamente con mantequilla tu fuente para hornear. Pica el ajo mientras la mantequilla se derrite en una sartén. Mantén los ingredientes a temperatura ambiente para una cocción uniforme.
- Paso 2: Perfeccionando las gambas
- Seca completamente las gambas antes de cocinarlas. Calienta la mantequilla hasta que esté espumosa pero no dorada. Añade el ajo y cocina solo hasta que suelte su aroma. Coloca las gambas en una sola capa. Cocina solo hasta que empiecen a volverse rosadas. Retíralas inmediatamente para evitar que se cocinen demasiado.
- Paso 3: Creando la salsa de nata
- Calienta ligeramente la nata antes de añadir el queso. Incorpora los quesos gradualmente para evitar grumos. Sazona con cuidado - recuerda, el queso manchego añade salinidad. La salsa debe cubrir el dorso de una cuchara.
- Paso 4: Montaje y cobertura
- Distribuye las gambas uniformemente en la fuente preparada. Vierte la salsa hasta cubrir apenas las gambas. Mezcla el pan rallado con el queso manchego restante. Espolvorea la cobertura uniformemente. Rocía con mantequilla derretida.

La salsa es mi parte favorita de este plato. He aprendido que tomarse el tiempo para incorporar gradualmente el queso da como resultado una textura suave y sedosa que cubre perfectamente cada gamba.
Temperatura y tiempo
Conseguir el tiempo adecuado es crucial para un gratinado de gambas perfecto. Siempre observo que los bordes burbujeen mientras se mantiene un centro cremoso. Si planeas gratinar para obtener mayor crujiente, hazlo justo antes de servir para asegurar que la cobertura permanezca crujiente.
Opciones de preparación anticipada
Puedes preparar los componentes con antelación: saltea las gambas y haz la salsa de nata por separado, luego monta y añade la cobertura justo antes de hornear. Esto lo hace perfecto para recibir invitados o noches de semana ajetreadas.
Sugerencias para servir
Me encanta servirlo con pan crujiente para empapar la sabrosa salsa. Una ensalada verde sencilla aliñada con vinagreta de limón proporciona un contraste perfecto al cremoso gratinado. Para ocasiones especiales, podría añadir espárragos asados o judías verdes finas.
Variaciones creativas
Aunque la versión clásica es maravillosa, a veces añado champiñones salteados o espinacas para mayor profundidad. Durante el verano, podría incluir hierbas frescas de mi jardín - el estragón combina particularmente bien con las gambas.

Este gratinado se ha convertido en mi plato preferido para cenas elegantes que no requieren horas en la cocina. La forma en que la cobertura crujiente da paso a unas gambas suculentas y una salsa cremosa crea un plato memorable que se siente especial cada vez. Ya sea servido para una cena romántica o una reunión familiar, nunca deja de impresionar mientras es sorprendentemente simple de preparar.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar camarones congelados?
- Sí, solo descongélalos completamente y sécalos bien antes de cocinar. No olvides quitar las colas para comer más fácilmente.
- → ¿Cómo sé cuando el gratinado está listo?
- La parte superior debe estar dorada y burbujeante, y verás la salsa hirviendo por los bordes.
- → ¿Puedo prepararlo con anticipación?
- Puedes preparar los camarones y la salsa hasta un día antes, luego añadir la cobertura y hornear justo antes de servir.
- → ¿Qué puedo servir con esto?
- Pan crujiente, arroz o pasta quedan genial. Añade una ensalada verde o verduras al vapor como acompañamiento.
- → ¿Puedo usar un queso diferente?
- Sí, prueba con Gruyere o fontina en lugar de mozzarella. Solo asegúrate de usar un queso que se derrita bien.