
Las galletas estilo levain de ube ofrecen una experiencia sensorial extraordinaria que combina lo mejor de la repostería gourmet con la innovación de sabores filipinos. Estos postres enormes destacan por su irresistible contraste entre bordes dorados crujientes y un centro suave, casi a medio hornear, que se deshace en la boca con cada mordisco. El intenso color morado del polvo de ube crea un drama visual, mientras que el distintivo sabor a vainilla y nuez de este ñame morado filipino añade una complejidad asombrosa que las eleva más allá de las galletas comunes. Los trozos de chocolate blanco se derriten formando bolsillos dulces por toda la galleta, proporcionando contrapuntos perfectos al ligero sabor terroso del ube. Estas galletas encarnan comodidad y lujo a la vez, haciéndolas ideales tanto para ocasiones especiales como para darse un capricho cualquier día.
Las preparé para una comida compartida el mes pasado donde asistieron varios amigos filipinos. Sus ojos se iluminaron cuando vieron las distintivas galletas moradas, y una mujer me contó que le recordaban a las visitas de su infancia a casa de su abuela en Manila. Incluso los invitados que no conocían el ube quedaron cautivados por el sabor, y varios me pidieron la receta antes de que terminara la noche. Mi marido, que normalmente prefiere las clásicas galletas con chispas de chocolate, declaró que estas eran sus nuevas favoritas.
Guía para seleccionar ingredientes
- Polvo de Ube: Busca polvo de ñame morado de alta calidad con color intenso y sin aditivos. La intensidad varía entre marcas, así que ajusta las cantidades si necesitas un sabor más fuerte.
- Mantequilla: La mantequilla estilo europeo con mayor contenido graso produce galletas más ricas con mejor textura. Mantenla fría directamente de la nevera para conseguir la estructura adecuada de la masa.
- Chocolate blanco: Las tabletas de chocolate blanco premium cortadas en trozos ofrecen mejor sabor y propiedades de fusión que las chips envasadas. Busca manteca de cacao auténtica en los ingredientes para un sabor genuino.
- Extracto de Ube: Este extracto morado proporciona tanto realce de color como sabor concentrado. La marca Galilee ofrece buena calidad, aunque las marcas filipinas especializadas proporcionan el sabor más auténtico.
- Harina: Harina común sin blanquear con contenido moderado de proteínas (alrededor del 10-12%) crea la estructura ideal. La marca importa menos que la frescura, así que usa harina recién comprada.
Pasos esenciales de preparación
- Método de mezclado preciso:
- Comienza con la base crucial de preparar correctamente tus ingredientes. Bate los ingredientes secos a fondo, asegurando que el polvo de ube se distribuya uniformemente por toda la harina para obtener un color y sabor consistentes en cada bocado. Este paso aparentemente simple previene vetas moradas poco apetecibles en las galletas terminadas. En un recipiente aparte, mezcla los huevos con el extracto de ube, batiendo hasta que queden completamente homogéneos para evitar rayas moradas. Para la textura distintiva, la técnica de mezclado de la mantequilla resulta crucial. A diferencia de la mayoría de recetas de galletas, comienza con mantequilla fría cortada en cubos directamente de la nevera. Bátela brevemente con una batidora eléctrica solo hasta que se rompa en trozos del tamaño de guisantes pero permanezca fría. Añade los azúcares y continúa mezclando solo hasta que la mezcla se parezca a arena gruesa con trozos visibles de mantequilla. Este submezclado deliberado crea la textura característica que distingue estas galletas de las versiones ordinarias.
- Incorporación estratégica de componentes:
- Añade los trozos de chocolate blanco a la mezcla de mantequilla antes de introducir los ingredientes secos. Esta secuencia permite que los trozos queden recubiertos de mantequilla, evitando que se hundan hasta el fondo de las galletas. Al añadir los ingredientes secos, usa la velocidad más baja de la batidora o mezcla a mano justo hasta que apenas se combinen, manteniendo vetas visibles de harina. Vierte la mezcla de huevo al final, mezclando solo hasta formar una masa desigual y algo seca. Resiste la tentación de seguir mezclando hasta que quede suave, ya que este submezclado intencional previene el desarrollo del gluten que crearía galletas duras. La masa debe parecer casi demasiado seca con una textura ligeramente desmenuzable, lo que produce los característicos bordes irregulares y la textura interior después del horneado.
- Protocolo crucial de congelación:
- Divide la masa en bolas sustanciales de 165 gramos usando una báscula de cocina para lograr consistencia. En lugar de formar esferas lisas, apila y presiona la masa de forma aproximada, manteniendo superficies irregulares que crean la textura característica rugosa. Coloca estas porciones de masa juntas en una bandeja forrada con papel de hornear y congela durante un mínimo de dos horas, aunque la congelación durante toda la noche ofrece resultados superiores. Este paso de congelación es innegociable, ya que evita que se extiendan demasiado durante el horneado a la vez que mantiene el contraste entre el exterior crujiente y el interior fundido. El proceso de congelación también permite que el sabor del ube se desarrolle más plenamente, similar a cómo enfriar la masa de galletas realza las notas de vainilla en recetas tradicionales.
- Técnica precisa de horneado:
- Precalienta bien el horno a 185°C, una temperatura que proporciona mejores resultados que los estándar 175°C al crear un ajuste exterior más rápido mientras mantiene la jugosidad interior. Coloca no más de seis bolas de masa congeladas en una bandeja de hornear forrada con papel, espaciándolas cinco centímetros entre sí. Posiciona la rejilla en el medio del horno donde el calor se distribuye más uniformemente. Hornea exactamente durante 15-17 minutos, hasta que los bordes parezcan firmes y ligeramente dorados mientras los centros permanecen visiblemente blandos y ligeramente crudos. Resiste el impulso de hornear más tiempo, ya que la cocción continúa después de sacarlas del horno. Deja que las galletas se enfríen directamente en la bandeja de hornear durante exactamente diez minutos, tiempo durante el cual completan su proceso de cocción mientras se asientan lo suficiente para transferirlas sin que se rompan.

Mi primer intento con estas galletas me enseñó una valiosa lección sobre la paciencia con ingredientes únicos. Inicialmente traté de acelerar el proceso usando mantequilla a temperatura ambiente y saltándome el paso de congelación. Las galletas resultantes se extendieron formando charcos morados planos que sabían divinamente pero no se parecían en nada a las altas golosinas que buscaba. Seguir las pautas precisas de temperatura y tiempo transformó mi siguiente tanda en creaciones dignas de pastelería que mantuvieron su altura y estructura perfectamente.
Sugerencias para servir
Presenta estas impresionantes galletas en una tabla rústica de madera o una bandeja elegante blanca para destacar su dramático color morado. Para una experiencia de postre sofisticada, sírvelas ligeramente tibias con una bola de helado de vainilla al lado, permitiendo que se derrita un poco contra la galleta caliente. Considera crear una degustación de postres de ube combinando versiones más pequeñas de estas galletas con postres filipinos tradicionales como halo-halo o ube halaya. Para ocasiones especiales, apílalas en un soporte escalonado alternando con otros dulces de inspiración filipina como galletas de pandan o barritas de calamansi, creando una presentación visualmente impactante que celebra estos sabores.

Instrucciones de conservación
Conserva la frescura guardando las galletas completamente enfriadas en un recipiente hermético a temperatura ambiente, donde mantienen su textura óptima hasta cinco días. Separa las capas con papel de hornear para evitar que se peguen y transfieran color. Para un almacenamiento prolongado, congela las galletas horneadas envueltas individualmente en film plástico y colocadas en bolsas de congelación hasta tres meses. Descongela las galletas a temperatura ambiente durante dos horas o caliéntalas en el microondas durante 15-20 segundos para una experiencia como recién horneadas. Las bolas de masa cruda se congelan excepcionalmente bien hasta dos meses cuando se guardan en recipientes herméticos con papel entre las capas. Hornea las bolas de masa congeladas directamente del congelador, añadiendo 2-3 minutos al tiempo de horneado para resultados perfectos.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué es el ube y dónde consigo el polvo o extracto?
- El ube es un tubérculo morado originario de Filipinas con un sabor suave, dulce y un toque a vainilla. Puedes encontrar polvo y extracto de ube en tiendas asiáticas, locales de artículos de repostería especializados o en tiendas online como Amazon. Si tienes mercados filipinos cercanos, seguro allí los encontrarás.
- → ¿Es necesario congelar la masa antes de hornear?
- Congelar la masa al menos 2 horas es clave para estas galletas Ube Levain. Este paso evita que las galletas se esparzan demasiado al hornear y asegura la textura gruesa y el contraste entre el exterior crujiente y el centro blando. Si te saltas este paso, los resultados no serán los mismos.
- → ¿Por qué se usa mantequilla fría y no a temperatura ambiente?
- El uso de mantequilla fría es esencial para obtener la textura de las galletas estilo Levain. Al derretirse en el horno, la mantequilla fría crea bolsillos de vapor que permiten que las galletas suban manteniendo el centro denso y un poco menos cocido. Usar mantequilla a temperatura ambiente haría que las galletas fueran más planas y uniformes en textura.
- → ¿Puedo hacer galletas más pequeñas con esta receta?
- Claro, puedes hacer versiones más pequeñas de estas galletas Ube Levain. Divide la masa en porciones de 80-85g en vez de las de 165g. Reduce el tiempo de horneado a unos 10-12 minutos, pero vigílalas de cerca. Aunque más pequeñas, seguirán siendo deliciosas, aunque no tendrán el mismo contraste de texturas.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de chispas de chocolate blanco?
- Aunque el chocolate blanco combina perfectamente con el sabor del ube, puedes usar chispas de chocolate con leche, trozos de chocolate negro o incluso nueces de macadamia para un toque diferente pero igual de delicioso. También puedes mezclar el chocolate blanco con otros ingredientes como nueces picadas o coco rallado para añadir más textura.