
Tiernos y esponjosos buñuelos rellenos de suave cheesecake de fresa que crean un equilibrio perfecto de sabores en cada bocado. Estas delicias horneadas ofrecen toda la satisfacción de los buñuelos tradicionales mientras mantienen un sorprendente bajo conteo de calorías, solo 52 por unidad. El secreto está en el método de horneado, que logra una textura increíblemente ligera sin necesidad de freír.
Después de encontrar esta receta durante mi proceso para bajar de peso, estos buñuelos se convirtieron en mi manera favorita de disfrutar algo dulce sin salirme del camino. Mis niños ahora los prefieren en lugar de los comprados en tienda, especialmente cuando todavía están tibiecitos con el relleno goteando.
Preparando tus ingredientes
- Harina común: Logra buñuelos delicados con estructura ligera. Pon la harina suavemente en las tazas medidoras y nivela con un cuchillo para mayor precisión.
- Polvo de hornear: Debe estar fresco para un crecimiento óptimo. Su fórmula de doble acción asegura un hermoso esponjado durante la mezcla y horneado.
- Bicarbonato: Reacciona con la acidez del yogur griego para dar más elevación y suavidad, contribuyendo al color dorado.
- Sal fina: Equilibra el dulzor y mejora la profundidad general del sabor.
- Azúcar: Se disuelve perfectamente en la masa, proporcionando textura delicada y dulzura equilibrada.
- Yogur griego: Aporta humedad y un ligero toque ácido mientras mantiene bajo el contenido de grasa.
- Leche entera: Asegura la consistencia perfecta de la masa, aunque alternativas con menos grasa también funcionan bien.
- Mantequilla sin sal: Aporta riqueza; derretirla y dejarla enfriar ligeramente garantiza una distribución uniforme.
- Huevos grandes: Dan estructura y riqueza; huevos a temperatura ambiente se incorporan suavemente.
- Extracto de vainilla puro: Aporta notas cálidas y aromáticas.
Creando tu obra maestra
- Magia al mezclar:
- Bate los ingredientes secos hasta combinarlos totalmente, asegurando distribución pareja. En otro recipiente, mezcla los ingredientes húmedos hasta obtener una mezcla homogénea. Incorpora los secos en los húmedos con movimientos suaves, manteniendo las burbujas de aire para una textura esponjosa.
- Temperatura perfecta:
- Precalienta el horno a exactamente 180°C con un termómetro para garantizar precisión. Coloca la rejilla en el centro del horno para la distribución de calor más uniforme.
- Centro de cheesecake de fresa:
- Bate el queso crema ablandado hasta que quede sedoso antes de añadir azúcar glass y mermelada de fresa. Prueba mientras avanzas para perfeccionar el balance entre dulzura y acidez.
Logrando centros perfectos
Inserta la boquilla en un ángulo de 45 grados para una distribución óptima del relleno. Aplica presión suave y constante mientras retiras lentamente la punta, asegurando que cada bocado contenga una explosión perfecta de cremoso relleno de cheesecake de fresa.

Toques finales
Pasa los buñuelos calientes por azúcar glass inmediatamente después de hornear para garantizar una adhesión perfecta. Para un toque más goloso, repite el proceso justo antes de servir.
Mejorando tu presentación
Presenta estas delicias horneadas en una bandeja decorativa con fresas frescas y menta para un bonito contraste. Sirve con ganache de chocolate caliente o coulis de fresa para mojar. Para un estilo de brunch, acompaña con un café con leche de vainilla o un batido de bayas.
Deliciosas variaciones
Prueba añadiendo ralladura de limón a la masa para un toque cítrico, o mezcla mermelada de frambuesa para una versión de frutas mixtas. Para un capricho de chocolate, baña los buñuelos terminados en chocolate negro derretido antes de rebozarlos en fresas liofilizadas trituradas.
Manteniendo tus buñuelos frescos
Guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta 2 días, o refrigera hasta 4 días. Caliéntalos en horno a 150°C durante 5 minutos para recuperar la textura recién salida del horno.

Estos buñuelos rellenos de cheesecake de fresa se han convertido en mi aportación estrella para los desayunos familiares y reuniones festivas. Ver la alegría en las caras de todos cuando muerden estos esponjosos bocados hace que toda la cuidadosa preparación valga la pena. Ya sea servidos recién salidos del horno o ligeramente recalentados, nunca dejan de impresionar.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar leche normal en vez de leche de almendra?
- Claro, cualquier tipo de leche funciona bien - normal, baja en grasa o alternativas vegetales dan buenos resultados.
- → ¿Necesito guardarlas en la nevera?
- Sí, por el relleno de queso crema, es mejor mantenerlas refrigeradas y consumirlas dentro de 3-4 días.
- → ¿Puedo prepararlas con anticipación?
- Puedes hacer las bolitas de dona hasta un día antes, pero rellénalas justo antes de servir para mejor textura.
- → ¿Cómo sé cuando están listas al hornear?
- Deben estar ligeramente doradas por arriba y un palillo insertado en el centro debe salir limpio.
- → ¿Cuál es la mejor manera de congelarlas?
- Congela las donas sin rellenar en un envase hermético hasta por 2 meses. Descongela y rellena antes de servir.