
Este elegante pero sencillo plato de pasta con salmón y espárragos se ha convertido en mi salvador para cenas entre semana. La mezcla de salmón tierno, espárragos crujientes y salsa cremosa de ajo con limón crea una comida digna de restaurante que está lista en apenas 30 minutos.
Preparé esta pasta por primera vez cuando necesitaba gastar salmón antes de irme de vacaciones. Mi familia quedó tan impresionada que me la pidieron tres veces la semana siguiente. El limón lo aligera todo y contrarresta la cremosidad a la perfección.
Ingredientes
- Filete de salmón fresco: Escoge porciones del centro con color brillante y textura firme.
- Espárragos: Busca tallos verde intenso con puntas bien cerradas.
- Pasta a elección: Me gusta usar macarrones o tallarines para atrapar bien la salsa.
- Nata para cocinar: Da una textura lujosa. Mejor si es entera.
- Queso parmesano fresco: Recién rallado se derrite mejor que el envasado.
- Ajo: Usa dientes frescos para el mejor sabor.
- Zumo y ralladura de limón: Aporta frescura que equilibra la cremosidad.
- Hierbas provenzales: La mezcla perfecta para el salmón.
- Aceite de oliva y mantequilla: La combinación aporta sabor y temperatura adecuada.
- Sal y pimienta: Realza todos los sabores.
Instrucciones paso a paso
- Prepara la pasta:
- Pon a hervir una olla grande con agua bien salada. Cocina la pasta según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. Guarda media taza del agua de cocción antes de escurrir.
- Sazona el salmón:
- Seca el salmón con papel de cocina para que se dore mejor. Espolvorea con sal, pimienta y hierbas provenzales, presionando suavemente para que se adhieran.
- Cocina el salmón:
- Calienta aceite y mantequilla en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que la mantequilla se derrita. Coloca el salmón con la piel hacia arriba y cocina sin mover durante 3 minutos hasta formar una costra dorada. Voltea y cocina 3 minutos más. Reserva en un plato.
- Prepara los espárragos:
- Añade los trozos de espárragos a la misma sartén con el aceite restante. Cocina 2-3 minutos, removiendo ocasionalmente hasta que estén verde brillante pero aún crujientes.
- Elabora la salsa:
- Añade el ajo picado a la sartén con los espárragos y cocina 30 segundos hasta que desprenda aroma. Vierte el zumo de limón para desglasear, rascando los trocitos dorados del fondo. Añade la nata y deja que empiece a burbujear suavemente.
- Combina los elementos:
- Incorpora el queso parmesano hasta que se derrita. Vuelve a poner el salmón en la sartén, desmenuzándolo en trozos pequeños con una cuchara de madera. Añade la ralladura de limón y cocina a fuego lento 2-3 minutos hasta que la salsa espese ligeramente y el salmón esté completamente cocinado.
- Termina el plato:
- Añade la pasta escurrida directamente a la salsa, mezclando suavemente para cubrirla. Si la salsa parece demasiado espesa, añade un chorrito del agua de cocción reservada. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.

La ralladura de limón es mi arma secreta en este plato. Aprendí de mi abuela que la ralladura contiene todos los aceites aromáticos que dan al limón su distintivo aroma fresco. Siempre rallo el limón antes de exprimirlo para capturar esa intensa esencia cítrica que eleva todo el plato.
Consejos de conservación
Esta pasta está mejor recién hecha, pero las sobras pueden guardarse en un recipiente hermético en la nevera hasta 2 días. La salsa puede espesar considerablemente al enfriarse. Al recalentar, añade un poco de leche o nata y calienta suavemente a fuego medio-bajo. Evita recalentar en microondas si es posible ya que puede hacer que el salmón quede duro y demasiado cocinado.
Variaciones versátiles
Esta receta acepta muchas adaptaciones según lo que tengas disponible. Puedes sustituir los espárragos por espinacas, brócoli o guisantes dependiendo de la temporada. Para una versión sin lácteos, la leche de coco funciona sorprendentemente bien con los sabores de limón y ajo. Si no tienes salmón, prueba con trozos de pescado blanco firme como bacalao o merluza, ajustando el tiempo de cocción ya que se cocinan más rápido que el salmón.
Sugerencias para servir
Sirve esta pasta en platos hondos calientes para mantenerla caliente más tiempo. Una ensalada sencilla con vinagreta ofrece un buen contraste a la pasta cremosa. Como toque especial, ofrece parmesano recién rallado, hojuelas de chile y rodajas de limón en la mesa. Una copa de Albariño o Verdejo combina de maravilla con los sabores cremosos pero frescos de este plato.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar salmón congelado?
Claro, el salmón congelado funciona bien. Solo asegúrate de descongelarlo por completo antes de cocinarlo para que quede en su punto.
- → ¿Qué pasta combina mejor con esto?
Cualquier tipo de pasta va bien, pero formas como fettuccine, penne o espagueti son perfectas para que la salsa se adhiera mejor.
- → ¿Hay alternativas al espárrago?
¡Por supuesto! Brócoli, judías verdes o guisantes son opciones deliciosas que también combinan genial con el salmón y la salsa cremosa.
- → ¿Cómo puedo espesar más la salsa?
Déjala reducir al cocinarla un poco más o añade una cucharada de maicena disuelta en agua para darle más cuerpo.
- → ¿Este plato es bueno para guardarlo?
Se conserva bien en el refrigerador hasta por 3 días, aunque puede que la salsa espese un poco. Caliéntala suavemente en la estufa con un chorrito de crema o agua de pasta para ajustarla.