
Imagina morder capas de bizcocho mantecoso, tarta de queso aterciopelada y fresas jugosas fusionadas en un postre celestial. Esta Tarta de Fresas y Queso Volcada combina el confort de un pastel tradicional con el lujo de una tarta de queso, creando un postre que es impresionante y maravillosamente sencillo de preparar.
La primera vez que hice esta tarta para la comida familiar del domingo, todos quedaron asombrados de cómo algo tan sencillo podía saber tan extraordinario. Ahora se ha convertido en nuestro postre más solicitado para ocasiones especiales.
Reuniendo los Ingredientes
- Fresas frescas o congeladas: Aportan dulzura natural y sabor intenso a fruta fresca.
- Mermelada de fresa: Asegura la consistencia perfecta mientras intensifica el sabor.
- Queso crema Philadelphia: Añade una textura rica y cremosa que equilibra el dulzor.
- Azúcar: Ayuda a equilibrar la acidez del queso mientras realza el sabor de las fresas.
- Extracto de vainilla puro: Aporta calidez y profundidad, complementando las capas de queso y fresa.
- Preparado de bizcocho vainilla: Actúa como base mantecosa perfecta, absorbiendo la humedad.
- Mantequilla sin sal: Al derretirse sobre el bizcocho, crea una cobertura crujiente y dorada.
Elaboración de la Tarta
- Preparación:
- Asegúrate de que el horno alcance los 180°C. Un horno bien precalentado garantiza una cocción uniforme.
- Base de Fresas:
- Crea una capa uniforme de fresas en el molde. Esta forma la base del sabor frutal que impregnará toda la tarta.
- Magia del Cheesecake:
- Bate el queso crema hasta conseguir una textura sedosa. Incorpora el azúcar y la vainilla hasta que la mezcla quede ligera y esponjosa.
Montaje Final
Espolvorea el preparado de bizcocho uniformemente sobre la mezcla cremosa, asegurando una cobertura completa. Vierte la mantequilla derretida lentamente sobre todo el preparado, con especial atención a las esquinas. La mantequilla debe cubrir todo el preparado seco para evitar zonas con polvo en el postre final. Observa cómo la mantequilla se filtra en el preparado, creando pequeños riachuelos que eventualmente se convertirán en una hermosa corteza dorada.

Tiempo y Temperatura Perfectos
Vigila la tarta durante los últimos diez minutos de horneado. La superficie debe alcanzar un color dorado intenso, y los bordes burbujearán suavemente. Busca zonas donde la mezcla de queso se haya asomado y dorado ligeramente. Estas áreas indican una cocción perfecta que proporcionará un contraste delicioso en cada bocado.
Dominando las Capas
Comprender cómo interactúa cada capa es clave para una tarta volcada perfecta. La capa inferior de fresas debe estar jugosa pero no aguada. Los bolsillos de queso deben estar cremosos sin estar líquidos. La capa superior de bizcocho necesita lograr ese equilibrio ideal entre crujiente y tierno.
Presentación Final
Sirve esta tarta cuando aún esté ligeramente templada, cuando el contraste entre la cobertura crujiente y el centro cremoso está en su punto máximo. Considera servir porciones individuales en cuencos poco profundos para aprovechar cada gota de la salsa de fresa. Una cucharada de nata montada fresca derritiéndose sobre la superficie caliente crea una capa extra de indulgencia.
Conservación
Guarda la tarta sobrante en un recipiente hermético en la nevera, donde mantendrá sus cualidades deliciosas hasta cuatro días. Al recalentar, coloca las porciones individuales en el microondas durante 20-30 segundos para recrear esa calidez recién horneada. La textura puede cambiar ligeramente, pero los sabores continuarán desarrollándose y mezclándose.

Esta Tarta de Fresas y Queso Volcada se ha convertido en una receta preciada en mi colección, no solo por su increíble sabor sino por los recuerdos que ayuda a crear. Ya sea servida en reuniones familiares casuales o cenas elegantes, nunca falla en generar sonrisas y peticiones de la receta. La belleza de este postre radica en su capacidad para combinar ingredientes simples de una manera que crea algo verdaderamente espectacular. Cada vez que la preparo, recuerdo que a veces las recetas más sencillas producen los resultados más extraordinarios.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar fresas congeladas?
- Claro que sí. Las fresas congeladas funcionan igual de bien que las frescas. No necesitas descongelarlas, simplemente ponlas directamente.
- → ¿Cómo sé que ya está listo?
- Sabrás que está terminado cuando la parte superior esté dorada y los bordes burbujeen. Esto suele tardar unos 45-50 minutos a 175°C.
- → ¿Se puede preparar con anticipación?
- Sí, puedes hacerlo hasta con un día de anticipación. Cúbrelo y guárdalo en el refrigerador, y caliéntalo un poco antes de servir.
- → ¿Cómo debo guardar las sobras?
- Cubre el molde con papel aluminio y mételo al refrigerador. Se mantiene bien hasta por 4 días. Recalienta las porciones antes de disfrutar.
- → ¿Por qué se llama pastel de vertedero?
- Recibe ese nombre porque básicamente sólo tienes que ir poniendo los ingredientes directamente al molde en capas, sin mezclar ni pasos complicados.