
Este pastel cremoso de yogur convierte solo tres sencillos ingredientes en un postre ligero y delicioso que parece que te pasaste horas cocinando. La magia sucede cuando el yogur griego se mezcla con huevos y maicena para crear una textura que recuerda a la tarta de queso japonesa, pero con muchísimo menos esfuerzo y muchas menos calorías.
Encontré esta receta durante un mes de desafío de cocinar con lo que tenía en la despensa cuando mis opciones de postre eran limitadas. Lo que comenzó como un experimento se ha convertido en mi postre infalible para invitados inesperados o para darnos un gusto entre semana.
Ingredientes Principales
- Yogur griego de vainilla sin grasa: Da a este pastel su textura cremosa y dulzura sutil mientras lo mantiene ligero. Busca una marca de buena calidad con vainilla real para mejor sabor.
- Huevos grandes: Aportan estructura y riqueza. Los huevos a temperatura ambiente se incorporan más fácilmente a la mezcla.
- Maicena: Crea esa textura mágica tipo natilla. Asegúrate de que la tuya esté fresca ya que la maicena puede perder su poder espesante con el tiempo.
Instrucciones Paso a Paso
- Prepara el molde:
- Forra un molde redondo de 15 cm con papel pergamino después de darle un ligero rociado con aceite. Deja que el papel sobresalga un poco por los bordes. Los bordes arrugados son parte del encanto rústico, así que no te preocupes por la perfección.
- Mezcla la masa:
- Combina el yogur y los huevos en un bol grande y bate bien hasta que se incorporen por completo. La mezcla debe verse suave y uniforme. Agrega la maicena poco a poco mientras bates para evitar grumos. Sigue batiendo hasta que la masa quede sedosa y suave.
- Elige tu método de cocción:
- Para cocinar en freidora de aire, precalienta a 160°C y hornea durante unos 20-23 minutos hasta que el pastel se infle y desarrolle una superficie caramelizada. Para hornear en el horno, precalienta a 175°C y hornea bastante más tiempo, alrededor de 70-75 minutos, observando las mismas señales visuales.
- Fase de enfriamiento:
- Deja que el pastel se enfríe a temperatura ambiente durante 30 minutos antes de llevarlo al refrigerador por al menos 2 horas. Dejarlo reposar toda la noche da mejor sabor ya que el pastel se asienta y los sabores se mezclan maravillosamente.

Este pastel me recuerda a las tartas de queso japonesas que mi abuela solía hacer, pero con muchísimo menos trabajo. Recuerdo la primera vez que se lo serví a mis amigos amantes de los postres, que no podían creer que no llevara queso crema ni mantequilla. Sus caras de asombro al dar el primer bocado siguen siendo uno de mis recuerdos favoritos en la cocina.
Ajustes de Dulzor
Este pastel tiene intencionalmente un nivel de dulzor suave que permite que brille la acidez natural del yogur. Si prefieres un postre más dulce, prueba añadir 60 gramos de azúcar a la masa. Para quienes usen yogur griego natural sin endulzar, aumenta hasta 120 gramos de azúcar. Como alternativa, puedes dejar la base del pastel tal cual y personalizar las porciones individuales con miel, sirope de arce o compota de frutas frescas por encima justo antes de servir.
Variaciones de Textura
El método de cocción influye mucho en la textura final de este pastel. La versión de freidora de aire tiende a quedar un poco más densa con un exterior caramelizado más pronunciado, mientras que la versión horneada sube más dramáticamente y tiene una textura más uniforme. Ambas son deliciosas, pero si prefieres un centro más tipo soufflé, el método de horno podría ser tu preferencia. Para una consistencia más tipo pudín, intenta reducir el tiempo de cocción 2-3 minutos, vigilando cuidadosamente el punto de cocción.
Sugerencias para Servir
Aunque es delicioso por sí solo, este pastel de yogur combina maravillosamente con frutas de temporada. En verano sírvelo con bayas frescas y un ligero espolvoreado de azúcar glass. Para otoño e invierno, prueba a calentar unas manzanas o peras en rodajas con canela y un toque de mantequilla para verter por encima. Una cucharada de nata montada ligera o una bola de helado de vainilla convierte este sencillo pastel en un postre elegante digno de invitados.
Consejos de Conservación
El pastel se conserva perfectamente en el refrigerador hasta 5 días en un recipiente hermético. La textura de hecho mejora después del primer día mientras los sabores siguen desarrollándose. No recomiendo congelar este pastel ya que su delicada textura puede verse afectada al descongelarlo. Siempre deja que el pastel alcance temperatura ambiente durante unos 15-30 minutos antes de servir para mejor sabor y textura.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar yogur griego natural en lugar de vainilla?
Claro, pero te recomiendo añadir un poco de azúcar o miel para balancear el sabor si prefieres que sea un poco dulce.
- → ¿Cuál es la mejor forma de hornear este pastel?
Puedes hornearlo en una air fryer a 160°C (320°F) durante 20-23 minutos, o en un horno a 177°C (350°F) durante 70-75 minutos. Ambos métodos dan excelentes resultados.
- → ¿Por qué el pastel pierde altura al enfriarse?
Es algo normal. El pastel sube mientras se hornea y baja ligeramente al enfriarse. Esto le da un look rústico sin afectar su sabor ni textura.
- → ¿Cómo puedo hacer que el pastel sea más dulce?
Puedes añadir entre 1/4 y 1/2 taza de azúcar a la mezcla o echar un poco de miel o sirope encima antes de servir.
- → ¿Cuánto tiempo debo dejar enfriar el pastel en la nevera?
Refrigéralo al menos por 2 horas, aunque dejarlo toda la noche mejorará el sabor. Para servir, déjalo reposar entre 15 y 30 minutos fuera de la nevera.