
Este salmón bañado con una salsa de mantequilla, ajo y limón lleva tu cena diaria a un nivel de restaurante sin nada complicado. La manteca y el toque cítrico realzan el sabor suave y jugoso del pescado, logrando un platillo tan vistoso como delicioso sin tener que complicarte.
Empecé a preparar este platillo queriendo lograr el salmón que hacen en mi marisquería favorita. Después de varios intentos, me salió aún más rico y desde entonces es mi opción cada vez que quiero algo especial sin estar horas cocinando.
Increíbles Ingredientes
- 4 lomos de salmón: de 170 a 225 gramos cada uno, elige los de color intenso y textura firme, si puedes usa salvaje, sabe mejor
- Sal y pimienta negra: resaltan el sabor natural del salmón
- 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen: ayuda a dorar bien la superficie
- 1 cucharadita de pimentón dulce (opcional): da aroma ahumado y color
- 4 dientes de ajo picados: el alma fragante de la salsa, que sean frescos sí o sí
- 1/4 de taza de jugo de limón recién exprimido: aporta ese equilibrio fresco que corta la grasa
- Ralladura de 1 limón: le da un toque intenso y alegre sin ser ácido
- 1/2 taza de mantequilla sin sal: la base cremosa, así tú controlas lo salado
- 2 cucharadas de perejil fresco picado: lo dejas más vistoso y con una nota herbal al final
A Pasos Sencillos
- Salmon listo para cocinar:
- Saca los lomos de salmón, sécalos con servilletas y condimenta por los dos lados con sal, pimienta y pimentón. Aplasta un poco las especias para que se peguen. Déjalos reposar a temperatura ambiente 5-10 minutos mientras calientas la sartén.
- Dorar el salmón:
- Pon el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Debe brillar pero no humear. Coloca los lomos con la piel abajo si la tienen, cuidando que no estén apretados. No los muevas por 3-4 minutos para que quede crujiente y dorado. Voltéalo con cuidado y espera otros 2-3 minutos.
- Terminar en el horno:
- Pasa la sartén a un horno a 190°C ya caliente. Déjalo de 10 a 12 minutos. El calor suave termina de cocer el salmón de forma pareja. Si lo quieres en su punto, debe verse apenas traslúcido en medio y desprenderse fácil con un tenedor, pero todavía jugoso.
- Salsa de mantequilla y limón:
- Mientras el pescado está en el horno, derrite la mantequilla en un sartén pequeño a fuego medio. Agrega el ajo picado y sofríe solo 1-2 minutos, sin dejar que se tueste. Incorpora jugo y ralladura de limón, y deja hervir suave 2-3 minutos, que espese leve. La salsa debe cubrir una cuchara pero seguir fluida. Si hace falta, pon más sal y pimienta.
- Servir todo junto:
- Cuando tu salmón esté perfecto sácalo del horno. Báñalo enseguida con la salsa calientita de ajo y limón. Antes de llevarlo a la mesa, espolvorea perejil fresco para que se vea y sepa todavía mejor.

La primera vez que mi suegra, dura crítica para pescados, probó este platillo me pidió la receta antes de acabarlo. El binomio mantequilla y limón es glorioso en el salmón y siempre me hace pensar en esas vacaciones junto al mar donde el pescado sabe a gloria.
Guía Fácil de Temperatura
El punto perfecto del salmón depende totalmente de lo caliente que llegue por dentro. Si te gusta casi crudo, busca 43°-52°C para que quede suave y medio translúcido. Para término medio, lo ideal es entre 52° y 60°C: ni seco ni demasiado jugoso. Si lo prefieres bien cocido, llega hasta los 60°-63°C y notarás que está firme y completamente opaco. Usa un termómetro de cocina pinchando la parte más gruesa para checarlo.
Cambios Inteligentes
Puedes ajustar el platillo según lo que tengas a mano. Si eres intolerante a la lactosa prueba con margarina o manteca vegetal, sigue siendo sabroso. Si no tienes limones frescos, utiliza jugo embotellado pero pon menos, ya que es más fuerte. En vez de perejil puedes cambiarlo por eneldo o tomillo, que también quedan súper bien.
Soluciones Prácticas
Si tienes poco tiempo, haz la salsa hasta con tres días de antelación y guárdala en el refri. Solo caliéntala cuando puedas. También puedes dejar preparados los lomos de salmón con sal y especias temprano en el día y así luego solo los cocinas y ya. El sabor se intensifica mucho así.
Ideas Para Servir Con Estilo
Arma tu menú completo sirviéndolo con espárragos asados y arroz salvaje. Para algo más ligero, acompaña el salmón con una ensalada de hinojo y naranja con aceite de oliva. Si tienes invitados coloca el pescado en un plato bonito, ponle la salsa encima y decora con rodajas de limón y algunas hierbas frescas para que suene a comida de fiesta.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo consigo que el salmon quede dorado?
Deja que la sartén esté bien caliente, pon el salmon y no lo muevas hasta que veas que se forma costra dorada.
- → ¿Se puede hacer con salmon sin piel?
Sí, queda genial sin piel. Solo ten cuidado al cocinarlo, porque se rompe un poco más fácil.
- → ¿Puedo cambiar la mantequilla por otra cosa?
Si quieres algo más ligero, intenta con aceite de oliva. El sabor cambia un poco, pero sigue siendo bueno.
- → ¿Con qué acompañar este plato?
Queda perfecto con papas en puré, arroz, verduras o una ensalada sencilla.
- → ¿Cómo sé si el salmon ya está listo?
Está perfecto cuando le metes el tenedor y se separa fácil. Además, debe verse poquito opaco en el centro.