
Con este toque crujiente y ese glaseado de mostaza y miel, el salmón se vuelve digno de un buen restaurante sin dedicar toda la tarde. El contraste del dulzor y el pan tostado te convencerá de prepararlo cualquier día de la semana.
La primera vez que cociné este platillo quería sorprender a mis suegros. Quedaron encantados, ¡y ahora cada vez que queremos algo especial para cenar lo volvemos a hacer! Nadie cree que es tan fácil.
Principales Ingredientes
- Lomos de salmón: Dan proteína y son ricos en omega 3. Busca piezas del mismo grosor para que se cocinen parejo
- Salsa de mostaza y miel: Ese toque dulce y ácido que carameliza precioso. Haz extra para acompañar después
- Mantequilla derretida: Hace que el pan rallado quede doradito y le suma sabor
- Pan rallado tipo panko: Estos hacen toda la diferencia con su textura crujiente. Elije natural o con especias si te apetece
- Perejil fresco: Da un toque verde y fresco que equilibra lo demás
Sencillos Pasos
- Deja Reposar el Salmón:
- Antes de encender el horno, pon el salmón a temperatura ambiente unos 15 minutos mientras preparas los demás ingredientes.
- Enciende el Horno:
- Pon el horno a 200°C. Mientras se calienta, cubre una bandeja con papel aluminio o engrásala un poco.
- Unta la Salsa:
- Pincela los lomos con la salsa de mostaza y miel hasta que queden bien cubiertos arriba. Así pegamos el pan rallado y aportamos mucho sabor.
- Haz la Capa Crujiente:
- Mete el pan rallado en un bol, suma el perejil picado y la mantequilla. Mezcla bien hasta que veas todo húmedo y uniforme.
- Cubre el Salmón:
- Presiona la mezcla de pan sobre cada tronco de salmón. Haz una capa bien pareja, verás cómo dora en el horno.
- Hornea:
- Pon los lomos en la bandeja. Hornéalos de 12 a 16 minutos según el grosor. Sabrás que está listo porque se desmenuza fácil al tocarlo con un tenedor y llega a 63°C por dentro.
- Deja Reposar:
- Saca del horno y espera 5 minutos antes de servir. Así el jugo se mantiene y queda más jugoso.

La salsa de mostaza y miel me salva mil veces. Va genial con pollo empanizado, ensalada o hasta en sándwiches. Mis hijos siempre piden que prepare el doble cuando hago salmón.
Increíble Salsa de Mostaza y Miel
Preparar esta salsa casera la lleva a otro nivel. Mezcla partes iguales de mayonesa, miel y mostaza de Dijon (¼ taza de cada una). Agrega una cucharada de mostaza amarilla y otra de vinagre blanco, y pon un poco de pimentón dulce. Bate hasta que todo esté suave. Prueba y corrige con un poco de sal o pimienta.
Hazlo a tu gusto total. Más dulce, pon más miel. ¿Lo prefieres más ácido? Echa más Dijon o vinagre. Puedes dejarla hecha con días de anticipación y guardar en frío, ¡te ahorra tiempo después!
Ideas para Servir
El salmón con mostaza y miel queda perfecto con guarniciones sencillas. Unas papitas pequeñas asadas, espárragos al vapor, ensalada de hojas verdes con vinagreta... todo le va de maravilla. Si quieres algo más completo, acompaña con un arroz salvaje o verduras al horno.
Si tienes invitados, sirve los lomitos sobre un colchón de espinaca o kale salteado. Decora con un gajo de limón al lado, así cada quien puede darle su toque fresco.
Conservación y Calentado
Si te sobra, guárdalo en un tupper hermético en el refri hasta 2 días. Para recalentarlo sin que se reseque, tápalo con aluminio y mete al horno a 135°C unos 15 minutos, suficiente para que vuelva a estar templado.
También frío es riquísimo para añadir proteína a una ensalada, o lo puedes desmenuzar con más salsa y preparar un sándwich increíble.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Con qué tipo de salmon queda mejor?
Queda buenísimo usando lomos frescos con piel porque así no se desarman y quedan súper jugosos. Si los filetes son parecidos en tamaño, todos se cocinan parejito.
- → ¿Puedo ponerle miel y mostaza ya compradas?
No hay drama si usás una mezcla ya hecha, pero haciéndola vos podés ajustar el sabor como más te guste.
- → ¿Cómo sé si el salmon ya está listo?
Sabés que está en su punto si lo pinchás con un tenedor y se separa fácil, o si al medir la temperatura llega a 63°C. Un termómetro para carne te ayuda a no pasarte.
- → ¿Qué otras cosas le puedo poner encima?
Animate a cambiar con hierbas frescas como eneldo, albahaca o estragón. También podés probar cereal de frutos secos molidos en vez de panko para más textura.
- → ¿Le saco la piel antes de hornear?
No hace falta. Mejor dejar la piel porque el pescado se mantiene hidratado, después de cocinarla sale fácil o te la podés comer si querés.