
Este pastel de pistacho y frambuesa tiene bizcocho esponjoso que huele delicioso, una crema de pistacho suave y mermelada de frambuesa ácida, perfecto para festejos. El verde intenso del bizcocho junto al rojo de la fruta dan un toque visual llamativo y lo hacen ideal para un cumpleaños o reunión especial.
Preparé esto la primera vez para el cumple de mi hermana y no duró nada, voló. Desde entonces pistacho y frambuesa son mi dupla favorita para agasajar en fechas importantes.
Ingredientes irresistibles
- Mantequilla sin sal: blanda tras dejarla fuera una hora, así la masa queda ligera
- Azúcar blanco: da dulzor justo y se integra fácil sin dejar grumos
- Esencia de vainilla: potencia el sabor sin tapar el pistacho
- Huevos grandes: unen todo y aportan esponjosidad
- Harina común: da estructura sin robarle protagonismo al pistacho
- Levadura en polvo: ayuda a que suba bien y quede aireado
- Sal fina: resalta los sabores y corta lo empalagoso
- Pistachos: molidos finos para el color y el toque esencial
- Azúcar glas: deja la crema suave y sin textura arenosa
- Pasta de pistacho: refuerza el sabor a fruto seco en la crema (se encuentra en tiendas gourmet o repostería en España y México; si no, puedes moler pistachos con un poquito de aceite de girasol)
- Zumo de limón: equilibra la crema y la hace más fresca
- Mermelada de frambuesa: da ese toque ácido que combina con el pistacho
- Frambuesas frescas: para decorar y que explote el sabor en la boca
- Pistachos troceados: textura crocante y vista colorida
- Hojas de menta fresca: aportan frescor visual y sabor sutil
Instrucciones detalladas
- Toque final:
- Pon por encima las frambuesas, pistachos troceados y unas ramitas de menta. Intenta que las frambuesas estén bien secas para que la crema no se tiña. Mete el pastel un rato a la nevera antes de servir y así los sabores se funden aún más.
- Arma el pastel:
- Coloca la primera base fría sobre la bandeja. Extiende media parte de la crema de pistacho uniformemente. Encima, esparce con cuidado la mermelada, sin llegar del todo al borde. Termina tapando con la otra capa de bizcocho y cubre con el resto de la crema.
- Prepara la crema:
- Bate la mantequilla blanda hasta que tome color claro. Ve agregando el azúcar glas tamizado poco a poco hasta que quede cremosa y aireada. Incorpora la pasta de pistacho, una pizca de sal y el zumo de limón. El limón realza el sabor y hace la crema menos pesada.
- Deja enfriar:
- Los bizcochos deben reposar quince minutos en el molde y después pásalos con cuidado a una rejilla. Solo monta el pastel cuando estén completamente fríos, así la crema no se derrite; normalmente en una o dos horas ya están bien.
- Hornea justo:
- Divide la masa entre los moldes con ayuda de una báscula si tienes, así quedan iguales. Alisa la parte de arriba con una espátula y hornea sobre 35 minutos. Cuando metas un palillo debe salir seco. Por fuera puede dorarse un poco pero el interior sigue verde vivo.
- Mezcla los secos:
- Tamiza la harina y la levadura en el bol, así no salen grumos. Agrega la sal y los pistachos molidos. Mezcla todo con movimientos suaves y envolventes usando una espátula. No remuevas de más para que no quede duro.
- Agrega los huevos:
- Pon los huevos uno a uno, batiendo bien entre cada uno. Así no se corta la mezcla y te aseguras de que todo queda parejo. Tómatelo con calma para un buen resultado.
- Bate bien la base:
- Mezcla la mantequilla y el azúcar mínimo tres minutos hasta que la mezcla aclare y se vea aireada. Así el bizcocho queda esponjoso. Añade la vainilla y vuelve a mezclar para que el aroma se reparta bien.
- Prepara los moldes:
- Enciende el horno: 160°C si es ventilador, 180°C si no. Unta y forra dos moldes redondos de 20 cm, dejando que el papel suba un poco por los lados para facilitar desmoldar después.

El pistacho es el protagonista total aquí. Descubrí su magia viajando por Sicilia, donde los dulces de pistacho mandan. Sus aceites naturales transforman tanto el bizcocho como la crema, dando un sabor que las esencias industriales jamás logran.
El Truco para Sabor Pleno
Para que el pistacho destaque más, tuéstalos un poco antes de molerlos. Extiéndelos en una bandeja y mételos al horno a 160°C unos 5-7 minutos, que huelan bien pero sin quemarse. Déjalos enfriar por completo y luego los procesas. Este paso saca sus aceites y el sabor explota.
Cómo Guardarlo y Adelantar Trabajo
Este pastel sigue fresco hasta tres días fuera de la nevera si lo guardas bien cerrado. Si hace mucho calor mejor al frío y deja que vuelva a temperatura ambiente antes de comer para que quede tierno y con sabor. Los bizcochos (sin crema) se pueden congelar un mes, bien envueltos. Descongela del todo antes de decorar.
Acompañamientos ideales
Sírvelo con un poco de nata montada y es un lujo. De bebida, un vino dulce tipo moscatel de grano menudo (como los de Alicante) o un Moscato van genial. Si eres de café, un espresso resalta la nota a fruto seco.
Solución a fallos comunes
Si ves que se dora mucho la parte de arriba, cúbrelo flojo con papel aluminio. Si la crema parece cortada o rara, seguramente está muy caliente: métela en la nevera diez minutos y luego bate hasta que vuelva a estar lisa.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar mantequilla con sal?
Sí, pero ponle menos sal a la mezcla general. La mantequilla con sal puede cambiar un poco el sabor, así que ajústalo a tu gusto.
- → ¿Qué puedo usar en vez de crema de pistacho?
Si no encuentras crema de pistacho, prepara una pasta moliendo pistachos con un poco de nata o usa pasta de pistacho comprada. El resultado será muy parecido.
- → ¿Cómo consigo que los bizcochos no queden secos?
No los dejes más tiempo del necesario en el horno. Pincha con un palillo y sácalos cuando salga limpio.
- → ¿Se puede dejar el pastel listo el día anterior?
Claro, hornea los bizcochos un día antes y guárdalos tapados. Decóralos justo antes de comer para que queden frescos.
- → ¿Qué hago con lo que me sobra?
Guarda el pastel que sobre en un recipiente cerrado y mételo a la nevera. Así, se mantiene rico por unos tres días. Sírvelo a temperatura ambiente para que no pierda textura ni sabor.
- → ¿Puedo decorar con frambuesas congeladas?
Mejor no, porque sueltan agua y se ven menos apetecibles. Las frescas quedan mucho mejor de aspecto y sabor.