
En noches frías, pocas cosas reconfortan como un plato de sopa cremosa y calentita. Esta sopa de patatas con chorizo mezcla embutido ahumado con patatas suaves en un caldo rico y quesoso que da gusto con cada cucharada. Es la clase de plato que llena tu cocina de aromas tentadores y hace que todos pregunten: '¿Ya está lista?'
Encontré esta receta durante un invierno muy frío cuando quería algo contundente sin pasar horas cocinando. La combinación del chorizo crujiente con la sopa cremosa de patatas fue un éxito inmediato, y desde entonces se ha convertido en uno de los platos más solicitados por mi familia.
Ingredientes fundamentales y consejos de selección
- Chorizo: Busca chorizo ahumado tipo polaco - su sabor intenso forma la base de la sopa. El chorizo de pavo también funciona, pero el tradicional de cerdo ofrece mejor sabor
- Patatas: Elige variedades cerosas como las patatas Monalisa o rojas - mantienen mejor su forma en la sopa
- Caldo: El caldo de pollo casero es ideal, pero uno de buena calidad del supermercado también va bien
- Queso: Ralla tu propio queso manchego en vez de comprar el ya rallado - se derrite mucho mejor
- Ajo fresco: Olvídate del ajo en tarro - el fresco crea una base de sabor más profunda
Instrucciones detalladas de cocción
- Paso 1: Prepara el chorizo a la perfección
- Corta el chorizo ligeramente en diagonal para obtener más superficie. Empieza con una olla fría y calienta lentamente para sacar la grasa. No remuevas demasiado - deja que las rodajas desarrollen una costra dorada. Retíralas a un plato con papel absorbente, dejando los aceites sabrosos en la olla.
- Paso 2: Construye la base de sabor
- Añade las verduras en la grasa del chorizo. Mantén el fuego a temperatura media-baja para evitar que las cebollas se doren. Cocina hasta que las cebollas estén transparentes y las zanahorias empiecen a ablandarse. Agrega el ajo solo en el último minuto para evitar que se queme.
- Paso 3: Crea la base de la sopa
- Añade las patatas y el caldo al mismo tiempo. Mantén los trozos de patata del mismo tamaño para una cocción uniforme. Mantén un hervor suave en lugar de un hervor fuerte. Comprueba si las patatas están listas con un tenedor - deben estar tiernas pero no deshaciéndose.
El poder de las capas de sabor
Comenzar con la grasa del embutido para cocinar las verduras marca la diferencia. Cada ingrediente se construye sobre el anterior, creando capas de sabor que hacen esta sopa tan satisfactoria. He descubierto que añadir una pizca de tomillo junto con las verduras aporta un toque terroso que complementa perfectamente el sabor ahumado del chorizo.

La temperatura importa
El mayor secreto para la textura cremosa de esta sopa es controlar la temperatura. Siempre retiro la olla del fuego antes de añadir el queso, dejando que el calor residual lo derrita gradualmente. Esto evita que el queso se vuelva granuloso o fibroso - ¡una lección aprendida a base de prueba y error!
Consejos para preparar con antelación
Aunque prefiero hacer esta sopa fresca, la preparación puede hacerse con anticipación. A menudo corto las verduras y el chorizo por la mañana, guardándolos por separado en la nevera hasta la hora de cenar. Así la cocción es mucho más rápida.
Estrategia para servir
Esta sopa puede servirse sola como plato principal, pero me encanta acompañarla con pan crujiente para mojar hasta la última gota. Para ocasiones especiales, vacío pequeñas hogazas de pan rústico y sirvo la sopa en cuencos de pan - siempre impresiona a los invitados.

Después de incontables ollas de esta sopa, puedo decir que se ha convertido en una de mis recetas más confiables tanto para cenas familiares como para reuniones informales. Hay algo mágico en cómo unos simples ingredientes se transforman en una comida tan reconfortante. La clave está en tomarse tiempo con cada paso, especialmente al dorar el chorizo y derretir el queso. Recuerda, una buena sopa no se puede apresurar, pero esta vale totalmente la pena esperar.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo preparar esta Sopa de Patata con Kielbasa con antelación?
- Claro, puedes hacerla antes y guardarla en la nevera hasta 3 días. Caliéntala suavemente en la estufa, añadiendo un chorrito de leche si hace falta para conseguir la consistencia deseada.
- → ¿Qué tipo de patatas van mejor en esta sopa?
- Las patatas Yukon Gold o las Russet funcionan genial. Las Yukon Gold mantienen mejor su forma, mientras que las Russet se deshacen más y ayudan a espesar la sopa.
- → ¿Se puede congelar esta sopa de patata?
- Aunque puedes congelarla, la textura puede cambiar un poco ya que las patatas y los lácteos pueden volverse granulosos al congelarse. Es mejor disfrutarla recién hecha o en unos días desde la nevera.
- → ¿Con qué puedo reemplazar la kielbasa?
- Cualquier salchicha ahumada va bien - prueba con andouille para más picante, o bratwurst ahumada. Para una versión más ligera, puedes usar salchichas de pavo o pollo.
- → ¿Cómo puedo hacer esta sopa más espesa?
- Para una sopa más espesa, puedes aplastar algunas patatas contra el lado de la olla, o triturar una pequeña porción de la sopa. También puedes añadir más queso.